31.10.08

agenda: llega noviembre

No, no vengo a chantajearlos para que vengan a oírme pinchar, este fin de semana no me toca. Podía haber pinchado esta noche en el pub La Calle, y la verdad es que hubiera estado muy bien, pero mi cuerpo lleva unas cuantas semanas avisándome de que necesita un descanso y creo que ha llego el momento.

Además, hay un montón de cosas interesantes para hacer en Las Palmas estos días. Aparte de la famosa y multitudinaria representación de Don Juan Tenorio que llenará Vegueta de gente hasta extremos impensables hoy y mañana, también está en marcha un festival del que aún no he hablado aquí: la 13ª edición del CanariasMediaFest. El programa es variado y muy interesante, pero entre semana no he podido acercarme a ninguna exposición. Este fin de semana intentaré subsanarlo y ver algo de todo lo que se ofrece.

Por lo pronto, esta noche pueden alternar la edición especial Halloween del All Vinilos Party en el ROOMing con los dos conciertos del DESFEST en el Cuasquias (hoy R-Stark y Tupperwear). Antes de eso, si se sienten valientes pueden ir a ver a Rioji Ikeda en la Sala Insular de Teatro.

Además, el domingo vuelve la liga ACB al pabellón y allí estaremos animando.

30.10.08

variedad de jueves en otoño

El tiempo sigue igual de revuelto que ayer, con lluvia a tutiplén y un viento con el que uno se siente a punto de emular a Mary Poppins en cuanto sale a la calle. Dijeron en el telediario que en Tenerife no se registraban temperaturas tan frías (ayer nevó en el Teide) desde 1987, y me imagino que en Gran Canaria pasará tres cuartos de lo mismo. Algo que ya sospechábamos durante estos días, viendo que teníamos que coger un jersey cada vez más gordo para poder salir de casa por las mañanas. Y les aseguro que la semana pasada íbamos en tirantes. Qué le vamos a hacer.

Estos días he estado escuchando unas cuantas canciones del disco de Yo! Majesty y me parecen tan divertidas que no entiendo por qué me aburrí tanto en su concierto del Sónar. ¿Cómo es posible que con este material hicieran un concierto tan lineal, tan malo?

También le he dado otra oportunidad a Glasvegas y he vuelto a escuchar el disco un par de veces, pero no hay manera de que me convenza. No sé si es la voz del cantante, o su modulación, o cómo estira a veces las sílabas, pero el caso es que no me termina de gustar. Desde luego si el problema es la voz no tienen nada que hacer conmigo, porque es una de las cosas que más influye (desde el punto de vista subjetivo) para que un grupo me guste o no. Eso que llamo "el problema Thom Yorke".

El resto del tiempo he estado escuchando un montón de cosas que se pueden resumir más o menos en "pum pum pum, hey hey, pum pum pum". Y sí, algunas me han gustado mucho, como las dos remezclas de Andrew Weatherall de Fall, una canción de Deep Joy. Estuve buscando información sobre el grupo y no he podido encontrar gran cosa aparte del MySpace. Lo único que parece claro es que sacaron unos cuantos singles y al final, en 1996, un CD que sólo se publicó en Alemania, Suiza, Austria y Japón, que de esta canción no hay versión inicial, sino tres remezclas y que las compañías discográficas ya eran tan majas como ahora hace doce años. También me han gustado bastante un par de remezclas de Joakim y me he reafirmado en que Poni Hoax me gustan cada vez un poco más.

El apartado adquisiciones está vacío, excepto por otro disco de esos imprescindibles que uno se pregunta cómo es que no lo tenía original y que encontramos nada menos que en el Media Markt. Por cierto, que aquí la mitad de la población sigue sin saber quién es El Guincho o sin haberlo escuchado nunca, pero había como cuarenta CDs de Alegranza en esa misma tienda.

Durante las últimas semanas, a medida que iba llegando el otoño, sentía como una cierta desazón generalizada en los blogs que suelo leer. Tenía la sensación durante algunos días de que todo estaba muy parado, y otras veces pensaba que era yo la que sentía indolencia o no encontraba nada que me estimulara. Dicen, como cada dos o tres meses, que se ha acabado lo de los blogs y que muchos cerrarán en breve, pero la mayoría seguimos aquí.

Hubo uno, sin embargo, que sí cerró. Berna ya no nos regala sus miradas oblicuas cada día, y creo que las echaré de menos más de lo que imagino. Hay muy pocas personas capaces de hablar de lo cotidiano como ella, llenando de magia cada palabra. No es fácil escribir así, y ella es una auténtica maestra. Sigo esperando que cumpla su promesa de abrir un nuevo blog, y sé que lo hará. Mientras tanto, me consuelo releyendo unas palabras que no voy a olvidar nunca: "Soy una casa. Y al mismo tiempo, la persona que la habita". O la carta con la que ganó la primera edición del concurso Antonio Villalba de la Escuela de Escritores. He seguido todas las ediciones del concurso, he sido incluso jurado durante las dos últimas ediciones, y nunca he leído ninguna carta que le pueda llegar a la suela del zapato a la suya. Al mismo tiempo que yo escribo estas líneas, su nuevo libro se está presentando en Madrid, y me da muchísima pena no poder estar allí, acompañándolos, disfrutando de su compañía.

Esta noche, en cuanto cierre el ordenador, tengo que elegir un libro nuevo para leer, y aún no sé cuál voy a coger. Llevo dos días así, no por falta de candidatos, sino por este ánimo revuelto y extraño que no me deja decidir qué quiero, qué necesito. El otro día hablaba con alguien de lo mucho que cuesta acostumbrarse a estos días tan cortos después del cambio de horario, y creo que estoy un poco así, luchando contra las nubes y los anocheceres tempranos. Pero me acostumbraré, más pronto o más tarde, y volveré a hacer entradas alegres y más cortas, no como estos desvaríos sin salida de los últimos días.

Por cierto, una buena noticia, para que no se diga: ya tengo nueva fecha para pinchar en el Mojo. El viernes 21 de noviembre. Estoy muy contenta.

29.10.08

personal: más prejuicios musicales

Esta mañana me sentía tan valiente que me calcé los zapatos que ven en la foto (aunque un poco más pequeños, el de la foto es un 41) para ir a trabajar. 7 centímetros de tacón y 2 de plataforma, todo charol. Después me miré una y otra vez en los espejos que me iba encontrando y siempre llegaba a la misma conclusión: qué rara me veo vestida de persona mayor, o de persona seria, o de lo que quiera que sea este disfraz de oficina.

Sin embargo, hace tres días me encontré con un grupo de chicos de instituto que dibujaban en una de las calles por las que paso al mediodía y no me dieron envidia. Mi primer pensamiento fue recordar mis propias clases de dibujo y lo bien que lo pasábamos sacando fotos de los "lugares emblemáticos" o los "rincones recoletos" que nos mandaban dibujar. Normalmente, ese pensamiento va seguido por el deseo de volver atrás y vivir de nuevo todos los años que van desde el final de la adolescencia hasta ahora, una fantasía recurrente en mí. Pero esta vez fue distinto. Esta vez sólo pensé "no me gustaría nada tener que volver a pasar por eso". Ni por lo de después. Por primera vez, me di cuenta de que no quería volver atrás.

Y eso a pesar de que es otoño, a pesar de que hace frío en Las Palmas y no para de llover. A pesar de que se ha terminado el verano, mi estación preferida del año, y de que este año hemos tenido que sacar la ropa de invierno un mes antes que de costumbre (normalmente no hace falta hasta el puente de diciembre; yo lo hice este fin de semana). A pesar de que se acerca noviembre y con él mi cumpleaños. A pesar de mis problemas con el paso del tiempo, que se me escurre entre los dedos cada día y me tiene siempre pendiente del minuto que acaba de pasar en lugar del que va a venir. A pesar de todo eso, esta semana me he dado cuenta de que no quiero volver atrás, a ningún atrás.

Quizá eso signifique que estoy alcanzando la madurez por fin. Lo que no deja de ser curioso, teniendo en cuenta que me comporto más como una adolescente que como una persona adulta, y que me siento como un piojo verde cuando me visto como hoy. Tengo la sensación de que en realidad lo que pasa es que he aprendido a no tomarme demasiado en serio a mí misma y eso me ayuda a mirar hacia adelante todo el tiempo. A pensar, como decía Chucho, que lo mejor de nuestras vidas aún está por ocurrir.

Dice probertoj en su crítica del disco de The Week That Was que existe un determinado tipo de oyente que ha perdido la visceralidad y sus gustos se dirigen más al cerebro que al corazón. Aún no he escuchado el disco, pero eso se corresponde bien con el tipo de oyente que el grupo cree que debe tener, tal y como comentábamos el otro día. Mucha seriedad, poca diversión.

La edad es un prejuicio especial, porque la mayor parte de las veces nos lo imponemos nosostros mismos. Muchos otros prejuicios están impuestos por el entorno, por la sociedad. Nos enseñan un molde en el que tenemos que encajar, no sólo nosotros, sino también los demás, y todas nuestras ideas y nuestro comportamiento se supedita a dicho molde de inmediato. A veces hay vuelta atrás. A veces entendemos que no hay molde que valga y aprendemos a ser más libres.

Hace un par de semanas, mientras pinchaba en el ROOMing se acercó un chico y me dijo que no le pegaba nada la música que estaba poniendo conmigo. Que por mi aspecto nunca hubiera podido imaginar que yo escuchaba esa música. Yo me reí y le dije "pues si me ves vestida para ir a la oficina ni te cuento", y traté de no darle importancia, pero me quedé pensando un buen rato. Primero pensé en mi aspecto y que si había algún problema con él. Por suerte, si hay algo que he aprendido en mi vida, con muchísimo esfuerzo, es que el aspecto no importa y que el mío no tiene ningún problema, así que aparté toda la serie de nubarrones negros que se aproximaban a por mí y empecé a hacerme preguntas.

Como por ejemplo: ¿qué tipo de música se supone que escucha una chica vestida con una camiseta lisa, unos vaqueros y unas playeras? ¿Cómo debería vestirme para que se interpretara que escucho la música que me gusta? Más aún, ¿cuál de todos los tipos de música que me gustan? ¿Qué tienen que ver los gustos de una persona con su aspecto físico? ¿Qué tipo de libros creerá la gente que leo cuando me ven pasar por la calle? ¿Por qué se interpreta que determinadas preferencias culturales van necesariamente unidas con una imagen física y otras, no?

Ninguna de estas preguntas me preocupa demasiado, pero me llama la atención que haya personas que sí se plantean las cosas en esos términos. Igual es lo mismo que la música para adolescentes o para adultos, igual existe música para playeras y música para zapatos de tacón. Igual no puedo escuchar lo mismo cuando voy vestida de una forma o de otra, pero yo juraría que sí, que por mis auriculares salen los mismos sonidos.

Cualquier día de estos me hago punki. O algo.

27.10.08

libros: una puta recorre europa

Dicen que sólo pueden decepcionarte aquéllos que te importan, o a los que aprecias o valoras. Lo que no te toca no puede hacerte daño. Por eso me resulta inevitable usar la palabra decepción al hablar de este libro, no porque no me haya gustado, sino porque podría haber sido mucho más de lo que es.

Lo que es: un libro entretenido y valiente que se lee de una sentada.

Lo que podría haber sido: una novela policiaca de cuatrocientas páginas que me hubiera dejado sin aliento.

¿Cómo? Con tiempo, claro. Con los mismos personajes, desarrollados en profundidad en lugar de simplemente esbozados (porque así, además, parecen un tanto ingenuos y tópicos), y la misma historia, contada con detalle y morosidad en lugar de despacharla de esta manera tan breve.

Una puta recorre Europa abre la puerta de uno de esos cuartos en los que nadie quiere entrar, esos que todo el mundo conoce y muchos tienen en su casa, pero los tratan como si no estuvieran, sin nombrarlos, o como si fueran inevitables. Es casi una utopía que alguien trate la prostitución como se hace en este libro, ahora que la ideología está en proceso de desaparecer de este mundo absurdo. Por eso me da rabia que el libro sea tan leve, que no aproveche su tremendo potencial, que se vaya a quedar como una novelita en mi estantería en lugar de lo que podría haber sido.

Lástima.

22.10.08

perversiones: soy adolescente

Ayer terminé de leer la Rockdelux de este mes. Supongo que el hecho de destacar algo que no me gustó en lugar de todo lo que sí está un poco feo, pero qué le vamos a hacer.

Copio un pequeño fragmento de la entrevista de David Saavedra a Peter Brewis (The Week That Was):

- ¿Definirías tu estilo como pop adulto? No imagino a un fan de Babyshambles escuchándote.
(Más risas)
- ¡Yo tampoco! Tengo 30 años y no quiero escuchar a Babyshambles, que es en realidad un grupo para chavales. Hay gente de mi edad que escucha mucha buena musica, pero, en mi opinión, no se hace música buena, sino cosas para los jóvenes.

Reconozco que este párrafo me causó un malestar hondo, casi angustioso. Yo también tengo 30 años y resulta que me gustan mucho los Babyshambles, como dejé constancia aquí en su día. A la RDL también le gustaban en abril del 2006, cuando sacaron a Pete Doherty en la portada, pero creo que seguir por este camino llevaría a una discusión sobre diferencias de opinión entre los redactores de la revista que no tiene ningún sentido. Y el problema que tengo con estas dos frases no son precisamente los Babyshambles.

Me gustan también otros muchos grupos que supongo que tanto el entrevistador como el entrevistado considerarían que son música mala para jóvenes. Y esta categorización, distinguir buena música de música para jóvenes, me preocupa.

No es sólo algo relativo a mis gustos personales. Si fuera así, me limitaría a decir "pues a mí me gusta esto y lo otro, ¿y qué?". Es más bien la desazón de pensar que un crítico y un músico son capaces de prejuzgar y clasificar la música de esta manera, lanzando lo que es serio y adulto y entonces sí a un cajón y lo que es malo y frívolo y entonces no al otro. ¿Es que a partir de una cierta edad sólo se puede escuchar un tipo determinado de música? ¿No puede un chico de 15 años escuchar a The Week That Was? Yo podría decir que esa música que ellos llaman pop adulto es un aburrimiento y caería en el mismo tipo de simplificación que ellos. Simplificación errónea, por supuesto.

¿Qué tendré que escuchar cuando llegue a los 50? ¿AOR? ¿Bonnie Tyler? ¿New age? Dios mío, no quiero ni pensarlo.

21.10.08

libros: el poder de las tinieblas (y iv)

Si hay un sentimiento que debe impregnar las páginas de una buena novela policiaca, ése es sin duda la nostalgia. Todo detective que se precie la lleva consigo, en ocasiones manteniéndola a raya; en ocasiones viéndose imbuido por ella hasta extremos insorportables.

La nostalgia es el recuerdo de un tiempo en el que tenían motivos para ser felices, en el que aún no habían descubierto el horror, la degradación y la angustia. Es el nexo de unión entre el pasado y el presente, pero también la losa que les impide pensar en un futuro y los inhabilita para una vida normal.

Charlie Parker, Bird, tiene motivos de sobra para echar de menos los días del pasado. Todos los lectores de este libro (y del anterior) los conocemos, y quizá sea ésa la principal diferencia con las novelas policiacas clásicas, en las que los protagonistas son más herméticos y misteriosos y de los que el pasado siempre es más insinuado que conocido o explicado. El poder de las tinieblas es, igual que Todo lo que muere, una novela de corte clásico, pero moderna, y quizá de ahí se deriven las principales diferencias con las escritas hace varias décadas. Es posible que sea el poder de la televisión, que ha modificado nuestra visión del mundo de una manera que resulta difícil descubrir, por asumida, pero que existe y se hace patente cuando uno decide efectuar una simple comparación.

También era nostalgia lo que destilaban las páginas de los libros de Raymond Chandler y de Dashiell Hammet, entre tantos otros, cuando los leía. Hace muchos años de eso y yo era demasiado joven como para entenderlo. Pero hoy, pasado el tiempo, sé muy bien cuándo un autor la maneja, y creo que en esto John Connolly es un maestro. Le perdono otros errores sólo por eso.

Da igual cuánto frío haga en el libro y si aquí es verano o primavera. Al pasar las páginas de una novela como ésta, siempre es otoño en el corazón.

www: dos de dilbert

Creo que ésta soy yo:

A veces.
Éstos no, pero también me parece muy gracioso:

Hay temporadas en las que Dilbert me aburre un poco, pero no me desuscribo porque luego aparece alguna tira como estas dos y me alegra el día.

20.10.08

personal: confusión y más ruido

Este sábado, mientras pinchaba en el Paraninfo, ocurrió algo que me tiene preocupada desde entonces. Entiendan, por favor, preocupada como una molestia ligera, del estilo de que te cague una paloma camino de casa cuando llevas una bolsa de la compra en la mano y sólo te manche un poquito la camiseta (sí, eso también me pasó hoy).

Los pongo en antecedentes. Por lo general, la mayoría de las peticiones que recibo mientras pincho caen en el saco de lo absurdo, lo poco apetecible o, en ocasiones, lo delirante. Hay también peticiones recurrentes, que se repiten noche tras noche, en distintos locales. De entre estas, no he visto nada igual a lo de Los Planetas. ¿Saben ustedes la cantidad de fans que tiene ese grupo repartidos por esta ciudad? ¿Y lo pesados que son? No creo que termine nunca de entender por qué tienen ese afán por escucharlos, pero tengo claro que sus canciones deberían ocupar los primeros puestos en el ranking nacional de himnos para borrachos. En el apartado exterior creo que Moby ocupa el primer puesto, seguido de cerca por New Order.

Las peticiones son un asunto con el que resulta difícil lidiar. A veces son más oportunas y a veces menos, pero el problema es que irrumpen en cualquier momento e interrumpen el proceso general, que consiste en exprimir mi capacidad de empatía para intentar llegar a un equilibrio entre lo que yo quiero poner con lo que creo que la gente quiere oír. Son más oportunas cuando parten de alguien que primero escucha y luego pide, porque entonces son acordes con lo que ya está sonando. Son más inoportunas cuando el que pide no se ha parado a escuchar, cuando se cree que puede cambiar por completo el estilo de lo que estás poniendo (éstos son los peores, sin ninguna duda) o cuando está borracho y es majadero.

Hubo un tipo una noche que me estuvo pidiendo Los Planetas durante casi dos horas, en cada canción nueva que ponía, mientras el resto del ROOMing bailaba sin parar. Como no le hacía caso, me lanzaba unas miradas de odio que tenían que haberlas visto. Si no me hubiera tenido tan quemada, me hubiera dado hasta risa. Hubo otro que me pidió una canción de The Cure (sin el título, me dijo "la del ti no ni" y ya; supuse que era Close to me), la puse para que no me diera más la lata y en ese momento se metió en el baño. Cuando salió se emperró en que no se la había puesto y se pasó toda la noche echándomelo en cara, y yo pidiéndole a su amigo que le dijera que ya la había puesto para que me dejara en paz. Esas dos cosas, por cierto, pasaron la misma noche.

Además de que sean más o menos oportunas, el hecho de que acabe poniendo o no algo que me han pedido depende, en primer lugar, de que lo tenga, y en segundo lugar, de cómo me lo pidan. La educación, eso tan simple que nunca está de más, da bastante buen resultado conmigo.

El caso es que este sábado, en el Paraninfo, la gente era bastante más joven que en el resto de los sitios donde he pinchado. Por decirlo claro, es un bar (muy grande, yo pinchaba en una barra pequeña, no en la principal), en el que tienen que pedir el carnet en la puerta para comprobar que los chicos que quieren entrar tienen más de 18 años. La mayoría no tienen más de 20. Supongo que por eso yo esperaba que reaccionaran a la música de forma distinta que el público de los otros sitios, y me llevé una pequeña decepción al ver que en realidad se emocionaban con las mismas dos o tres canciones que todo el resto del mundo. Vale, reconozco que pequeña decepción significa que estuve a punto de darme cabezazos contra la pared mientras gritaba "¿por qué?, ¿por qué?", pero me contuve y me resigné.

Entonces llegó un chico a hablar conmigo. Supongo que tendría alrededor de 20 años. Lo primero que me dijo fue que sí podía poner algo de drum'n'bass. Teniendo en cuenta que lo más inteligente que me habían pedido hasta ese momento era algo de hip hop en español (que no tengo en la maleta, y me dio pena, el chico que me lo pidió había sido educadísimo), creo que lo miré como si fuera un extraterrestre. Le tuve que decir que no por dos razones. La primera, que de lo que yo entiendo por drum'n'bass me gustan muy poquitas cosas y no las suelo llevar encima. La segunda, que tendría que haber sabido si él se refería a lo mismo que yo y me parecía demasiado complicado preguntarle con todo el ruido que había allí. Entonces me dijo que si tenía algo de, por este orden: Uffie, Siriusmo y SebastiAn. Le dije que no y le conté la milonga de que suelo llevar cosas más conocidas porque es lo que puedo pinchar.

Era mentira. Mentira cochina, vamos. Podría haber tenido algo de ellos si me gustaran cualquiera de los tres, pero la verdad es que no me gustan. Creo que sólo Uffie me llamó algo la atención en su día y no lo suficiente. Tengo, sí, cosas que son tan poco conocidas como ellos, y de hecho las pongo. Me paso el rato intercalando las canciones que yo quiero poner, y que están más o menos a ese nivel en cuanto a probabilidad de que las conozca alguien, con las que sí son conocidas y que a mí me hastían un poco, pero me sirven de señuelo. Las llamo "que no decaiga", porque he aprendido que la gente generalmente reacciona mal a una canción cuando la escucha por primera vez, pero que si la pongo entre dos canciones que conocen es probable que la aprecien mejor que si se trata de cosas nuevas todo el tiempo, porque entonces acaban desconectando.

Y me sentí como si le hubiera fallado. Me pidió más o menos lo que yo esperaba que me pidiera un chico de su edad, y eso me devolvió la fe en la humanidad, pero no pude ponerle nada de lo que quería. No se imaginan la rabia que me dio.

Así que llevo desde entonces dándole vueltas a por qué empecé a pinchar o, dado que eso fue una casualidad, más bien a qué pretendía yo conseguir cuando empecé a pinchar, y si lo sigo conservando o lo he perdido en el camino. Y no lo tengo muy claro. Supongo que en algún momento el reconocimiento se volvió más importante que la difusión. Siempre es más agradable ver a la gente contenta con lo que pones, pero no quiero bajo ningún concepto que eso anule mis dos objetivos principales al pinchar... uf, cuatro objetivos principales, pero voy a concentrarme en los que involucran a los demás y no sólo a mí misma.

El primero, conseguir que la gente baile. El segundo, conseguir que escuchen canciones que no se pinchan en los bares de Las Palmas.

Los dos son contradictorios, así que me paso el rato intentando que no sean incompatibles. Y hasta ahora las principales alegrías me las habían proporcionado personas aisladas. No me voy a olvidar de la chica que en el pub La Calle (fue una sesión más de rock) vino a agradecerme que hubiera puesto una canción de The Coral. Sus palabras exactas fueron: "me encanta esta canción, y no la conoce nadie". La entendí muy bien, y me hizo muchísima ilusión verla tan contenta por algo tan sencillo.

Sin embargo, el día que pinché en el Mojo y vi a tanta gente bailando con la música, la satisfacción era diferente. Más estresante, sí, pero puede que más intensa. No mejor, sólo más intensa. Como un subidón de adrenalina. Ese día también fui fiel a mi idea de poner canciones nuevas entre las demás y todo salió bien, pero sé que no puedo esperar que el mismo esquema se repita en otros sitios. No tienen el mismo tamaño ni el mismo público y es el único sitio en el que he pinchado en el que la gente va expresamente a bailar.

Olga, la camarera del Paraninfo, me dijo que había ido gente a decirle que les había gustado mucho mi música. Luego me lo dijo también Iván, el encargado, y que me volverían a llamar. Sin embargo, cuando recogí mis cosas y cogí el taxi para volver a casa, yo sólo iba pensando en lo que me había dicho aquel chico cuando le dije que no podía ponerle nada de lo que quería. Aparte de comentar entre los dos algunos problemas del sonido, sus palabras fueron "no pasa nada, estás pinchando muy bien". Pero yo sabía que era mentira.

17.10.08

agenda: 17-18 octubre

Este fin de semana se presenta cargadito en Las Palmas.

Esta noche a las 21:00, para empezar, hay concierto gratuito de Oscartienealas y The Good Company en el parque San Telmo. Este concierto es parte de La Caja Sonora Tour, el ciclo de conciertos en la ciudad que forma parte del concurso La Caja Sonora para grupos nuevos de las islas (hablamos de la edición pasada aquí y aquí). A Oscartienealas tengo muchas ganas de verlos otra vez, porque el concierto que vi el año pasado me gustó mucho, y a The Good Company no los he visto nunca, pero creo que pueden estar muy bien y además es una buena forma de conocer a uno de los grupos que tocarán en el Womad.

Después, sobre las 23:00, dará comienzo en el ROOMing la esperadísima tercera edición de la All Vinilos Party, con Mr. Market y Javi La Fábrica ofreciendo lo mejor de sus extensas colecciones de discos de vinilo.

Y ahora me van a dejar que me ponga en modo arpía insensible para contarles esto:

El viernes 8 al que se refiere el anuncio, que apareció en el EP3 (sí, ese suplemento que tanto me gusta), es el de agosto, cuando se celebró la primera fiesta All Vinilos Party. Hemos debatido una y otra vez en el ROOMing sobre quién pudo ser el autor del anuncio, pero ese día había mucha gente en el bar, no sólo caras conocidas, y no tenemos ni idea de qué se estaba cociendo por allí.

Así que esto es un llamamiento: queremos de saber. Cuéntennos. Somos cotillas por naturaleza. Nos encanta hablar de las vidas de los demás. Entiéndanlo, son muchas horas en el bar como para que se nos pueda escapar una historia como ésta, con la prensa nacional al tanto y todo.

Bueno, y ya termino. El sábado por la noche, en la barra 5 de la Sala Paraninfo, Ana Deluxe, o lo que queda de mí después de esta semana. El cartelito es reciclado, sí. Hoy no doy para más.

16.10.08

www: minus en el sónar

Chulísimo el vídeo que acaban de sacar en la página del Sónar con imágenes de la noche Minus en el Sónar 2008.

www: stealingofanation

Acabo de encontrar este blog por casualidad y como no lo he visto reseñado antes, pongo aquí el enlace.

Además de otros discos, lo que me parece interesante es que está publicando la mayoría de los recopilatorios aparecidos en la Rockdelux desde 1999. Muchos de ellos se me escaparon en su día (he sido compradora de la revista en dos etapas distintas, con un lapso importante enmedio) y me parece fantástico poder acceder a ellos ahora. El primero de la serie está en esta entrada.

15.10.08

libros: el poder de las tinieblas (iii)

De Portland a Bangor hay doscientos kilómetros por la I-95. Durante el viaje, Ángel inspeccionó con impaciencia mi colección de cintas de casete, escuchando una o dos canciones de cada cinta y tirándola al asiento de atrás. Los Go-Betweens, los Triffids, los Gourds Out of Austin, Jim White, Doc Watson, todos acabaron en el montón, hasta que el coche empezó a parecer la pesadilla de un hombre de la industria discográfica. Puso una cinta de Lambchop y los suaves y tristes acordes de I will drive slowly inundaron el coche.
- ¿Tú qué dirías que es esto? - preguntó Ángel.
- Country alternativo - contesté.
- Eso es cuando tu camión arranca, tu mujer regresa y tu perro resucita - comentó con sorna.
- Si Willie Nelson te oyera hablar así, te daría unos azotes en el trasero.
- ¿Es el mismo Willie Nelson al que una vez su mujer envolvió y ató con una sábana y luego lo dejó inconsciente a golpes de escoba? Si ese tarado viene a por mí, te aseguro que podré arreglármelas solo.
Finalmente nos conformamos con un debate sobre las noticias locales en la PBS.
John Connolly.

breves: pequeños errores de programación

De vez en cuando me gusta volver loco a Amazon valorando productos y marcando los que tengo para luego ir a la página en la que me recomienda cosas y decirle a casi todo que no me interesa. En realidad la idea inicial era descubrir si me recomendaba cosas interesantes, pero después de un tiempo de observación he comprobado que no, así que lo hago más bien por diversión.

El caso es que, a pesar de que los productos ofrecidos suelen ser de lo más previsibles, hoy me encontré con una recomendación que me dejó descolocada:

Back to basics es un disco de Billy Bragg. Su relación con Black Hawk Down... igual si hubiera visto la película podría imaginarla, pero me temo que no es el caso.

mix: 2008 #18

01 Alphabeat - Fascination
02 Asobi Seksu - Thursday (The Twelves Remix)
03 Empire Of The Sun - Walking On A Dream
04 Nadia Oh - Got Your Number
05 Purple Crush - Physical Attraction (Madonna cover)
06 Little Boots - Meddle (Designer Drugs 80's Coke Jame Remix)
07 David Holmes - Holy Pictures
08 The Presets - Anywhere (Still Going! Remix)
09 Finitribe - I Want More (Row Row Row The Mix)
10 Telefon Tel Aviv - Helen of Troy

Sé que con este mix me estoy saliendo un poco de la línea habitual, pero necesitaba quitarme estas canciones de encima para poder empezar a escuchar otras cosas, y no se me ocurría mejor forma que ponerlas aquí (incluso aunque probablemente no sean muy interesantes). Es una muestra de lo que he estado escuchando durante la última semana, como ya les había contado. Son bastante intrascendentes, pero al menos me parecen divertidas y necesitaba escuchar cosas alegres estos días. Ahora creo que ya puedo ampliar el rango y volver a escuchar cosas más variadas.

Por si alguien tiene curiosidad, el mix está en la imagen. Puro electropop.

14.10.08

libros: el poder de las tinieblas (ii)

El más alto me empujó en dirección al coche, un BMW Serie Siete plateado, que se acercó a nosotros y giró a la derecha a la vez que se abría la puerta trasera. Dentro había otro apuesto demonio con el pelo color castaño y corto y un arma apoyada en el muslo. El conductor, más joven que los demás, hacía pompas con un chicle y escuchaba una emisora de rock por la radio. Cuando entré en el coche, empezó a sonar la voz de Bryan Adams cantando el tema Don Juan de Marco.
- ¿Sería posible cambiar de emisora? - pregunté al arrancar.
A mi lado, el del labio leporino me hincó con fuerza el cañón de su pistola.
- Me gusta esa canción - declaró, y tarareó por un momento -. No tienes sensibilidad.
Lo miré. Creo que hablaba en serio.
John Connolly.

PD. He recuperado mi tiempo de lectura. :-)

conversaciones: el duque y la cultura

Una niña de unos 15 años y su madre, muy bien vestidas ambas, en la sala de espera del dentista.

La madre, cogiendo una revista:
- Oye, y este Duque, ¿quién es?, que lo veo por todas partes.
- Es el de "Sin tetas".
- Ah, como nunca la he visto...
- Yo tampoco he visto ningún capítulo. Pero, Mamá... Esto es cultura general.
- Ya, hija, ya sé que es cultura general, por eso te pregunto a ti.

personal: se acabó el suplicio

No quiero volver a ver un manual de autoescuela más nunca. Hoy, por fin, aprobé el teórico. Ahora sólo falta que aprenda a conducir.

10.10.08

agenda: temerarios y suicidas (ii)

Pensaba que este fin de semana no me tocaba pinchar, pero al final tendremos programa doble compartido (la segunda parte) en el ROOMing.

www: por tu seguridad

Una página colectiva nueva nos avisa de que mañana es el Día internacional sin miedo. No sé si conseguirán hacerse visibles, pero al menos vamos a intentarlo.

(vía Indicios)

9.10.08

variedad de jueves tormentoso

Tenía razón Jenaro cuando dijo ayer en su blog que este año en Las Palmas estamos teniendo otoño. Por primera vez desde que puedo recordar octubre ha llegado con nubes, mucha lluvia y mucho viento, en lugar de soleado y caluroso. No sé aún si esto me gusta, pero no estoy llevando tan mal las inclemencias climáticas como otras veces en que las nubes me amargan el día a día.

Esta semana he descubierto que a Manos de Topo, o al menos al director del vídeo de Es feo, le gusta El Hormiguero y han preparado un efecto mariposa como los de Marron. Eso sí, la épica de uno y otros no tienen nada que ver, como tampoco la lírica. Y creo que voy a aprovechar que el vídeo me ha gustado mucho para escuchar de una bendita vez el disco completo, que aún no lo he hecho y no sé si es por miedo de descubrir en qué lado de la balanza tengo que ponerme, después de tanto leer que a este grupo sólo puedes odiarlo o amarlo.

También quiero escuchar a otro grupo, Zona Negativa, que no los conocía hasta hoy, pero leyendo esta magnífica entrada de Nauseated me he preguntado una y otra vez por qué. La entrada me ha gustado no sólo porque me sugiriera un grupo nuevo para descubrir, sino porque me ha hecho plantearme y replantearme algunas cosas que quizá había dado por supuestas demasiado pronto. Digamos que me ha ofrecido un punto de vista distinto y eso siempre es de agradecer.

No les he dicho que hace un par de semanas me llegó por fin este disco, que hace bastante tiempo que llevaba buscando por las tiendas en cada viaje a Madrid y al final me decidí a encargarlo en una de las tiendas asociadas a Amazon. Nunca había pedido nada que no fuera a Amazon directamente, pero esta vez no había alternativa, y el resultado fue excelente. El disco me llegó en menos de una semana, en perfecto estado, y eso que creo que no venía del Reino Unido, sino de Estados Unidos. Ahora ya tengo un huequito menos de ésos que duelen en la colección de CDs.

Esta semana, aparte de canciones electropop como ya les conté, he escuchado un par de mixes. Éste, bastante celebrado por los blogs, de Cousin Cole & Pocketknife, que me gusta mucho al principio, pero luego empieza a interesarme bastante menos; y este otro, de Buraka Som Sistema, con el que me pasa al revés, tiene un momento de bajón (para mí) al principio y luego remonta y se vuelve fantástico.

De todas formas, si hay una canción que me ha enganchado estas dos últimas semanas ha sido la versión de I want more, de Can, que hicieron Finitribe. Llegué a ella gracias a esta entrada de .out y creo que la incluiré en el próximo mix de Los Latidos (ése que tiene más de veinte canciones ya peleando para conseguir hacerse un hueco en él).

En Madrid va a cerrar el mercado de Fuencarral y un cachito más de mi vida allí morirá con él. Cuando abrió supuso un pequeño revuelo para mis amigas y para mí. Estábamos aún en el Colegio Mayor y éramos las más modernas del mundo, o eso pensábamos, o eso intentábamos, o no sé, pero cosas como el mercado parecían nuevas y excitantes. Con los años las tiendas que tenía fueron cambiando y yo ya nunca compraba nada allí, pero aún iba a visitar la tienda de discos del piso de arriba y a buscar la Mondosonoro en los asientos del entresuelo. Ahora en la calle Fuencarral se dan codazos Burberry, Levi's y Puma, y todas las tiendas tienen precios prohibitivos y pretenden vestir a los niños pijos. Y si de verdad es una tienda Inditex más en lo que va a convertirse el edificio (tampoco veo muchas más opciones), es que se siguen dando pasos hacia esa ciudad fashion impersonal y espantosa en la que pretenden convertir la capital.

Claro que allí están pasando cosas mucho peores y más graves sin que nadie diga "Alto ahí" y cada cosa nueva que leo me parece más espeluznante.

En cuanto a cosas más frívolas, el concepto portería del Facebook me va quedando clarito, clarito. En dos días, una de mis amigas pasó de estar "soltera" a "en una relación" y otra justo al contrario. Siendo personas que viven en ciudades distintas que yo y a las que hace mucho tiempo que no veo, no deja de tener su gracia que me entere de su vida sentimental y no de dónde trabajan o de qué hacen ahora en sus ratos libres. A pesar de lo indiscreto y de la cantidad de tiempo que podría llegar a perder con él, sigo teniendo que agradecerle que me ayudara a recuperar el contacto con muchas de las personas que he ido perdiendo en mi vida, así que la utilidad la veo clara aunque se parezca demasiado al centro de control de un Gran Hermano vigilante.

No he terminado el libro de John Connolly y probablemente tarde, porque he vuelto a sumergirme en el maravilloso mundo de los tests del carnet de conducir. A ver si es verdad que a la tercera va la vencida y me libero de esta penitencia de una bendita vez.

Ya queda menos para el fin de semana.

8.10.08

agenda: vuelve el granca

Hoy, a las 20:30, por fin arranca la liga ACB en Gran Canaria. Como este año, por la baja del Girona y alguna extraña razón más, sólo hay 17 equipos, cada jornada tiene que descansar uno. Y al Granca le tocó la primera, claro, cómo le iba a tocar una enmedio de la temporada, cuando los jugadores estuvieran cansados.

En fin, fenomenos extraños del calendario aparte, lo importante es que esta tarde nos medimos con el CAI Zaragoza, el equipo al que se ha ido esta temporada el que fue nuestro jugador emblemático durante los últimos años: Roberto Guerra. Además, también está en él otro ex-jugador del Granca, Sergio Pérez. Nuestro equipo, por su parte, tiene unos cuantos jugadores nuevos que seguramente serán el centro de todas las miradas esta tarde. Y de los comentarios durante las próximas semanas...

¡Amarillo-oe!

Actualización: el peor partido que he visto en tres años siendo abonada. Esta temporada vamos a luchar por la permanencia y gracias. Qué pena de equipo, como no espabilen vamos listos.

Actualización (y 2): menos de una semana después, el Granca le ha ganado fuera al Fuenlabrada y hoy al Barça en casa. Es verdad que hoy tuvimos una suerte increíble (vimos con estos ojitos cómo se salían 3 canastas de dentro del aro del Barça, más las incontables que no les entraron por algún milagro extraño), aunque los arbitros, como de costumbre, nos hicieron la pascua, pero creo que el equipo se merece al menos el beneficio de la duda. A lo mejor me precipité y resulta que no nos va a ir tan mal... Todo se andará.

discos: my so called guilty pleasures

No me hace mucha gracia esa expresión de los placeres culpables para hablar sobre música. En primer lugar, porque creo que cada uno debería escuchar lo que le dé la gana sin preocuparse por lo que piensen los demás. Es decir, sin preocuparse por si lo que escucha se considera aceptable, o cool, o inteligente, o como quiera que tenga que ser la música que escucha uno. En segundo lugar, porque me resulta un misterio insondable saber por qué hay grupos que sí y grupos que no, por qué entre dos cosas que a mí me pueden sonar igual resulta que una es lo más de lo más y la otra no vale dos duros.

Sin embargo, creo que la expresión está bastante arraigada y yo misma me encuentro a veces pensando que no debería estar escuchando según qué cosas. Una vez, incluso, hace la friolera de dos años, no puse un disco pensando en el qué dirían al verlo reflejado en mi Last.fm. Hoy día, sin embargo, creo que eso me hubiera dado igual. Por ejemplo, no me dedico a borrar canciones de mi lista de escuchas en esa página, cosa que por lo visto sí hace mucha gente. Al menos tantos como para que los de Last.fm hayan creado una lista con las canciones y los grupos más borrados (vía vivere e morire a losanghe).

Dicho lo cual, les cuento que estos días, no sé muy bien por qué, me he vuelto electropop y escucho cosas como éstas:


Y sí, me siento como si tuviera quince años. Sobre todo si encima veo el vídeo de Boyfriend y parece que Bananarama han vuelto y están entre nosotros. Los bailes son igualitos. Y se lo digo yo, que me los sabía de memoria y los ensayábamos casi todos los días... en 6º de EGB. Sé que no estoy escuchando canciones que vayan a cambiar el mundo, precisamente, pero me lo estoy pasando en grande.

Ya no sé si han vuelto los 80 o los 90 o todo a la vez, pero lo que sea, que sea divertido.

7.10.08

a list apart

He estado pensando mucho antes de escribir esta entrada, pero al final creo que necesito hacerlo, a pesar de que me da miedo que se me pueda malinterpretar.

Ayer, en III República .es, uno de los blogs que leo habitualmente, se hablaba de un nuevo agregador de blogs, Las chicas son blogueras, destinado únicamente a blogs escritos por mujeres. A pesar de que entiendo que el propósito de su creadora era bueno, el hecho de que sigan existiendo iniciativas como ésta me exaspera un poco. No creo que el hecho de juntar muchos blogs escritos por mujeres en un agregador contribuya a darles visibilidad en internet. Al contrario, creo que separarlos, segregarlos de ese ente abstracto que constituyen todos los blogs existentes fomenta la idea de que son diferentes. Y, en mi opinión, no lo son, o no deberían serlo.

En mi primera semana de Universidad, cuando llegó la primera clase de Fundamentos de Programación, el profesor entró en clase, se presentó y dijo: "la mitad de las chicas que estáis sentadas aquí no váis a terminar la carrera". El tipo era un cretino integral y, curiosamente, no recuerdo su nombre. Debe de ser de los pocos que he olvidado. Como se podrán imaginar, se armó un pequeño revuelo en la clase. Las mujeres que habíamos entrado en primero estábamos en una proporción aproximada de 30% - 70%. Bastante pocas como para que encima nos pusieran en el punto de mira. En años posteriores esa diferencia fue disminuyendo (me refiero a los alumnos nuevos, los de mi generación conservaríamos la proporción hasta el final).

Aquel día pensé que lo que me había molestado era que el profesor nos tomara por inútiles o algo por el estilo. Con el tiempo me di cuenta de que me daba igual si pensaba que no iba a terminar la carrera. Lo que realmente me importaba era que hubiera establecido una diferencia por el simple hecho de ser hombres o mujeres.

No fue el único profesor que se comportó así a lo largo de la carrera, pero sí el único que lo dejó ver tan a las claras. La única reacción posible ante cualquier atisbo de machismo era demostrar que una era capaz de cualquier cosa. De aprobar un examen, de hacer una práctica, de terminar la carrera. Todas esas etapas las fui cumpliendo, y en ningún momento pensé "soy una chica y aún así lo estoy consiguiendo". Nunca, jamás. Pensar en esos términos hubiera significado que yo misma me hacía de menos, o me hacía distinta, por ser mujer. Y eso nunca se me ha pasado por la cabeza.

Sí, la mayoría de los blogs que leo están escritos por hombres. Pero no me paro a pensarlo al leerlos, sólo tengo en cuenta que me parezcan interesantes o no. Y lo que no voy a hacer es empezar a leer blogs que no me interesen sólo porque estén escritos por mujeres. En el blog mencionado, III República .es, se habla de la "interiorización de los roles de género" y de que "las mujeres escuchan, los hombres hablamos". La mayoría de las mujeres que conozco en la vida real no se comportan así. Hablan, opinan y lo que haga falta. Y creo que crear un gueto, una diferenciación sólo por sexos, no ayuda a que en internet también haya más mujeres participando de las conversaciones.

A mí me encantaría que las mujeres fuéramos más en la blogosfera, como en muchos otros sitios, pero creo que cada una es responsable de que sea así. Tenemos las mismas herramientas, no nos comportemos como si fuéramos distintas.

PD. El título de esta entrada es también el de una magnífica y famosa página sobre diseño web.

6.10.08

libros: el poder de las tinieblas

Sentado junto a él en un taburete alto, el agente especial Rob Briscoe pensaba que, con esa gorra de alpaca, Nutley parecía un pastor de llamas, o el cantante del grupo Spin Doctors.
John Connolly.

Una de las cosas que más me llaman la atención de las novelas de John Connolly es que, mientras las leo, me paso todo el tiempo creyendo que se desarrollan en algún momento indefinido entre 1950 y 1970, hasta que aparece una frase como la que he copiado aquí y me doy cuenta de que en realidad me está hablando de después de 1990.

No he terminado aún El poder de las tinieblas, así que es probable que vuelva a hablar de ella otro día. Lo importante es que estoy recuperando mi tiempo de lectura, peleando contra esa masa enorme llamada obligaciones y consiguiendo arrebatarles un ratito al día. Poco a poco.

5.10.08

ana running a marathon

Más o menos así me sentí en muchos momentos de la noche del viernes. Empecé a pinchar en el Mojo a las once y media y terminé a las seis. Todavía me cuesta creer que de verdad fuera capaz de poner música durante tanto rato, seis horas y media sin parar ni un momento.

En realidad no hay tanta diferencia de tiempo con el ROOMing, donde había llegado a pinchar durante unas cinco horas. Pero allí tengo que poner música más tranquila durante la mayor parte de la noche, y el espectro de lo posible (o pinchable) se amplía muchísimo. Ayer el nivel no podía decaer ni un momento y el público era mucho más exigente de lo que podía prever a priori. Reconozco que viví momentos de pánico absoluto por culpa de eso. A la una y media, a las dos y pico y a las cinco me traicionaron los nervios pensando que no iba a tener material suficiente para llegar hasta el final. Y, sin embargo, aguanté, no sé muy bien cómo, pero lo conseguí.

En el Mojo el pincha está en una especie de cabina elevada que se ve nada más entrar y desde todo el local, por lo que estaba expuesta a las miradas y los comentarios de todo el mundo. Y eso significa que durante toda la noche se me estuvo acercando gente para pedirme canciones, felicitarme o criticarme. Les aseguró que escuché las ideas más peregrinas que se puedan imaginar. La mayoría me divirtieron muchísimo, lo reconozco, a veces tenía que aguantarme la risa cuando se iba alguien. Por ejemplo, cuando un chico se pasó un buen rato mirando mis manos a través del cristal y terminó diciéndome que tengo unos dedos preciosos (supongo que fue uno de esos momentos WTF que abundan en internet). O cuando, después de tres horas de tralla electrónica, la sesión más dura que he tenido nunca, llegó otro a decirme que sabía que tenía que ser una mujer la que estaba pinchando. Le pregunté por qué y me dijo que por la música. Según él, era muy femenina. Yo no sé lo que pensarían ustedes si les dicen eso con el Svastika eyes de Primal Scream de fondo, pero a mí me dio la risa.

En el apartado peticiones y críticas hubo de todo, incluso un chico que casi se hace el harakiri delante de mí cuando, al final de la noche, puse un par de versiones españolas, como la de Mi gran noche de Fangoria y Dr. Explosion. El problema es que había mucha gente esperando música española, pero no del tipo de la que yo tengo y pongo en el ROOMing (es decir, quieren a Mano Negra y Los Fabulosos Cadillacs y etc), así que tuve que echar mano de cosas como ésa, con la consiguiente desesperación de los que preferían seguir con la electrónica. Llegó también el temidísimo momento en que vinieron a decirme que pinchara funky. Ahora debería desarrollar este asunto (titulado: Las Palmas y el dichoso funky, o lo que aquí se entiende por eso), pero me da mucha pereza y tampoco creo que valga la pena. Simplemente, es un tipo de música que se pone mucho por aquí, que no es necesariamente funky de verdad y que yo no estaba dispuesta a poner. Tenía incluso amenazas de mis amigos: "ni se te ocurra poner música para hippies de ésa que ponen siempre". Le dije al de la petición que más tarde y seguí a lo mío.

Lo que más se agradece, claro, es cuando viene alguien a felicitarte por alguna canción, o por la sesión en general. Hubo bastantes de ésos, y me animaron muchísimo en los momentos de "dios mío, y ahora qué pongo". Y, sobre todo, es impagable estar allí arriba, levantar la mirada de la mesa o los discos y ver a un montón de gente bailando, el local lleno hasta arriba y todo el mundo levantando los brazos y saltando. Un solo momento de ésos ya valió el esfuerzo y el cansancio de estar allí de pie tantas horas.

También me ayudaron mis amigos, que hicieron piña, vinieron todos y no pararon de bailar y animarme ni un segundo. Incluso los que estaban malos o hechos polvo de cansancio hicieron el esfuerzo de acercarse para apoyarme en el gran debut y contribuir a que todo saliera bien. Y Jenaro, que me acompañó desde el principio y aguantó como un campeón hasta las seis de la mañana. No tengo palabras para expresar lo muchísimo que les agradezco a todos que hayan estado allí.

Al final, todo salió bastante bien, parece que en el Mojo quedaron contentos conmigo y que el mes que viene igual vuelvo a tener un día. Creo que he aprendido mucho rememorando la sesión y que puedo suplir algunos errores y carencias para el próximo día. Y, por encima de todo, lo pasé en grande, así que espero poder repetir.

Estoy contenta.

PD. La imagen es de Laura Smith.

3.10.08

agenda: mojo club (hoy)

2.10.08

libros: un pistoletazo en medio de un concierto

Para los dueños del discurso sería más cómodo si yo afirmara que no me importa el mundo de la novela del siglo XX. Podría decir: esas novelas no hablan de mí, ni hablan de quienes son como yo, y las pocas veces que lo hacen no hablan de nosotros, sino de tipos increíbles como Ira Ringold. Podría decir eso y luego marcharme con la música a otra parte. El problema es que no puedo irme con la música a otra parte porque ellos tienen la música. Tienen el discurso. Tienen los jardines.
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Tendría que contestar a una pregunta: ¿por qué tratan las novelas del siglo XX de lo que tratan? Mi respuesta es que la verosimilitud ha sido secuestrada por los dueños del discurso dominante. Y demasiadas veces hemos caído en su trampa. Hemos creído que para construir nuestra visión bastaba con leer y escribir historias que no repitiesen lo que dicen ellos, pero que fuesen creíbles según un parámetro, la verosimilitud, que imaginábamos hasta cierto punto imparcial u objetivo. Así es como la experiencia se ha ido ausentando de la novela, no por inexistente, sino por increíble.
Belén Gopegui.

Un libro, por encima de todo (y ese todo es mucho), necesario.

www: copiando, que es gerundio

Digo yo que cuando alguien copia en su página lo que tú te has tomado el trabajo de escribir, traducir y redactar, lo mínimo que puede hacer es poner tu nombre bajo el texto. Digo yo, vamos.

canarias: momentos musicales

Una de esas cosas que nos encanta contar con alborozo a los amigos de la Península que vienen a visitarnos es lo que sucede en Canarias durante las pausas publicitarias de las cadenas de televisión. O, mejor dicho, lo que sucede en la televisión analógica, porque con la digital estamos perdiendo estos pequeños momentos de gloria musical.

Si los anuncios duran unos doce minutos, en la Península, o al menos en Madrid, se trata de eso, de anuncios, uno tras otro. En Canarias, sin embargo, ponen anuncios durante siete u ocho minutos y el resto lo rellenan con vídeos musicales, la mayoría de cantantes y grupos locales. Pero que muy locales.

En muchos casos se trata de baladas ñoñas y bastante insoportables. No se dejen engañar, yo no tengo prejuicios contra "las baladas", así en general. Éstas son realmente ñoñas e insoportables. También hay, claro, multitud de grupos que cantan y bailan salsa y merengue. Pero, además, tenemos otro tipo de vídeos, como los de rancheras, provenientes en su mayoría de La Gomera, sin que se entienda muy bien de dónde sacan en esa preciosa isla la afición por cantar rancheras. Aquí tienen un ejemplo y la explicación que he encontrado de cómo se formó el grupo y por qué. Otro ejemplo más es éste.

Esta semana a los chicos de CaspaCanaria y a los de Canarias Bruta les ha llamado la atención este bonito vídeo:


Para comentarios irónicos y reírse un rato, acudan a esos dos blogs. Yo estoy cantando la jícara y no tengo tiempo para estar analizándolo. Les diré, sin embargo, que la mayoría de estos vídeos podrían ser comparables a esos famosos correos electrónicos llenos de portadas de cassettes de gasolineras que de vez en cuando reenvía alguien. Si no me creen, miren este otro.

Pero tengo que reconocer que en algunos casos he terminado dejándome llevar por la música y cantando tan feliz. De hecho durante algunas temporadas me pasaba los inicios de cada pausa publicitaria deseando que tocara poner uno u otro vídeo. El Higo pico flowers de Sin Fundamento (no es el vídeo que ponían antes, y la canción está un poco cambiada, pero el otro no está en YouTube), la leche condensada o las caídas de la lista electoral del Trío Zapatista, o el famoso Horcon boys de Arístides Moreno eran lo mejor que podía pasarte durante los anuncios.

Al final, a pesar de todo lo que nos hemos reído a costa de estos vídeos acabaremos echándolos de menos.

PD. No tengo una semana muy buena y es posible que no escriba mucho más hasta el lunes. El segundo suspenso en el dichoso examen teórico del carnet de conducir (otra vez 4 fallos, 1 más de los permitidos) me ha dejado un poco tocada. Digamos que me siento bastante gilipollas. Me consuelo haciendo limpieza de canciones en el ordenador y al final tengo material para dos mixes nuevos que iré subiendo en cuanto pueda, porque tampoco quiero saturar el blog con ellos. Y encima cada vez estoy más nerviosa con lo de mañana. En fin, no sé, que me perdonen si no estoy en mi mejor forma estos días.