31.3.09

vídeos: daddy was a dj



Felicia sigue descubriéndonos cosas tan fantásticas como este vídeo de la danesa Lucy Love en First Up! Creo que lo veré unas cuantitas veces esta semana.

Ya tengo diversión.

PD. Voy a pedirle a Lucy una nueva versión de la canción que se llame Mummy was a DJ too. :-D

26.3.09

discos. novedades españolas

Me tomo una manzanilla en una taza con publicidad de Telefónica mientras escucho la lluvia caer. Miro la taza con desconfianza, sobre todo por el eslogan absurdo que se lee debajo del logo de la empresa: "_reivindica lo simple", con ese guión bajo inicial que contradice el enunciado desde antes de ser leído.

Esta mañana hacía sol en Las Palmas, pero desde el mediodía el tiempo ha cambiado y ahora hace un día de perros en toda regla. Supongo que el apropiado para escuchar discos como Home, de Peter Broderick, a quién yo no conocía hasta que lo recomendaron en Música en la mochila durante estos días. Leo despacio el nombre, pe-ter-bro-de-rick, y me da la sensación de que se ha escapado de una de las novelas de los Cinco que yo devoraba de pequeña.

Sé que no estoy hablando de lo que debería, pero resulta difícil sustraerse a la música que escucho mientras escribo. Sin embargo, le haré caso a Telefónica y dejaré de irme por las ramas.

La escena musical nacional, la que más o menos nos compete o interesa, o la que alcanzamos a rozar por aquí en algunas ocasiones, está bastante revuelta estos días. Hay un buen puñado de novedades frescas que echarse a los oídos para luego desmenuzar, y más que irán saliendo. No todas me interesan, ni a priori, ni, lamentablemente, a posteriori, pero este año estoy de un humor tan raro que hasta me veo dispuesta a contradecirme y escuchar cosas que en condiciones normales pasaría por alto. Quizá sea sólo la avidez de encontrar algo bueno, o tal vez la necesidad de despegarme de los discos del año pasado, que no terminan de liberarme, quién sabe.

El primer estreno, con su larga polémica incluida, ha sido el de La Bien Querida, con su flamante disco Romancero. Leí todos los comentarios que se iban haciendo en esta entrada de la página de la nadadora antes de escuchar el disco. También los que se hicieron en esta otra entrada de 360º de Separación. Cuando por fin escuché el disco tuve que admitir que, por muchas ganas que le tuviera, estaba más cerca de las opiniones críticas que de las entusiastas. No es que el disco no me guste, eso es algo que no puedo decir. Pero me gusta mucho menos de lo que me podría haber gustado si hubiese estado planteado de otra forma. En este caso yo también hubiese preferido una producción más sobria, íntima y sencilla. Como dirían los señores publicistas de esa multinacional, más simple. Y en el fondo es triste pensar que el disco podría haber sido muchísmo mejor de lo que es. Con las mismas canciones, pero un acabado distinto. Puede que lo peor que le veo sea la sensación de que la voz está superpuesta en todas las canciones, como si no hubiera conexión entre ella y la música.

Si tuviera que quedarme con alguna canción creo que sería con Corpus Christi. Pero en el fondo tengo la sensación de que, después de ponerlo una y otra vez estos días intentando encontrarle la gracia, es muy probable que no vuelva a escucharlo muchas más veces.

Claro que, ¿para qué molestarme en criticar a La Bien Querida si lo que viene ahora es mucho peor? Peor no sólo por la dimensión de la catástrofe, sino también porque en este caso a mí me duele mucho más.

1999 es el título del disco nuevo de Love of Lesbian, y la primera decepción que me dan desde que Maniobras de escapismo se convirtió en uno de mis discos preferidos hace unos años. No puedo decir que no me hubieran advertido, porque para eso estaban los chicos de commonpeoplemusic, siempre tan acertados. Pero yo no quise creerlo hasta que no lo hubiera comprobado por mí misma y, después de algunos momentos de tensión porque no había manera de encontrar el orden correcto de las canciones en internet, ayer me puse a escuchar el disco.

Empezó a sonar Allí donde solíamos gritar y pensé que la cosa no podía ir tan mal si el principio era ése. No es que sea una canción maravillosa, pero tampoco desentona con la línea habitual de LOL. A continuación, Club de fans de John Boy me reafirmó en mis ganas de mantener la fe. Es una buena canción, dan hasta ganas de bailar mientras se canta su letra a todo pulmón. Soy capaz de aguantar incluso esos sonidos de sintetizadores que intercalan. Las malas lenguas... bueno, no me parece nada del otro mundo, pero puedo soportarla. Y entonces... Entonces empezó el declive.

Por dios, ¿qué demonios es eso de Algunas plantas? ¿Qué han hecho? ¿Por qué? Es que es tan espantosa que casi deja en buen lugar el despropósito de 9.6 en el disco de La Bien Querida. Repito, ¿por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Por más vueltas que le doy no lo entiendo. No sé si es sólo por esta canción, pero el disco ya no vuelve a remontar el vuelo para mí. No me creo ni por un segundo Cuestiones de familia, aquello que antaño me atrapaba y me encandilaba hoy me deja fría. Y a partir de ahí ya me chirría todo, me chirrían las letras, las palabras (¿ectoplasta?), los arreglos y las fanfarrias. En algunos casos más que en otros, recuerdo haber pegado respingos de auténtico horror mientras escuchaba algunas de las frases, que parecen metidas con calzador. Ahora estoy escuchando el disco de nuevo y no soy capaz de encontrarlas, pero créanme que las hay. Sólo que no tengo ganas de seguir buscando.

A ratos pienso que podría disfrutar de algunas canciones si las escuchara con un espíritu menos crítico, como por ejemplo con Te hiero mucho (Historia del amante guisante). Pero luego llega Miau, por ejemplo, y vuelvo a pensar que no, que el problema no soy yo.

El caso es que la idea del disco es bonita y ambiciosa, el presentarlo como un álbum de fotos que recorre la historia de amor de una pareja, de principio a fin. Pero lo bueno se queda en la idea y el resultado es pésimo. En este caso sí, debo decir que el disco no me gusta nada. Supongo que viniendo de una fans total esto puede ser tanto una opinión completamente objetiva y dolorosa como una pataleta de indignación. Es decir, que no sé si deben darle crédito. Pero lo que sí puedo asegurar es que éste será el primer disco de LOL que no compre desde que los conocí y empecé a hacerme con todo lo que encontraba de ellos en las tiendas. Y que me da mucha pena.

En el otro extremo está lo que me ha pasado con el single nuevo de La Buena Vida. Es un grupo al que dejé de seguirle la pista hace muchos años. Bueno, en realidad lo que pasa es que sus dos primeros discos fueron muy importantes para mí y después de ellos nunca sentí la necesidad de escuchar ninguno de los posteriores. Supongo que es un comportamiento extraño: en lugar de correr a buscar los discos de un grupo que me gustaba tanto, obvié que existían y no los escuché nunca. A día de hoy siguen siendo una asignatura pendiente que tampoco echo de menos. Así pues, cuando decidí escuchar este nuevo sencillo no esperaba nada.

Y las tres canciones me han gustado bastante. Hay también una entrada al respecto en la página de la nadadora, aunque no ha suscitado tanta polémica como la de La Bien Querida. En este caso, supongo que mi posición es justo la contraria que con Love of Lesbian. Esperaba que no me gustaran demasiado y me he llevado una agradable sorpresa al ver que sí, que las tolero bastante bien. Creo que Puede que sea hoy el día es la que veo más floja, pero en general creo que me han dado ganas de esuchar el disco cuando salga. Ése es el objetivo de un sencillo de adelanto, ¿no?

Y por fin vamos a por la última novedad española de estos días. En la cama con Anntona es el segundo disco de Anntona, sin contar con aquel fantástico Split CD-R que sacaron con Espanto. En este caso, sí esperaba mucho del disco y no me ha defraudado. Por eso hablo de él en último lugar, porque dejo lo mejor para el final.

Cuando las canciones empezaron a aparecer en El Ruido de la Calle, corrí a escucharlas y sufrí un shock considerable con la primera de ellas, Nunca es tarde. Tal y como intenté explicar en los comentarios de una de aquellas entradas, tengo problemas serios para poder escuchar esa canción. No puedo evitar acordarme de las murgas del Carnaval de Las Palmas, antes tan divertidas y ahora tan insoportables, y no soy capaz de oírla. De hecho, pongo el disco a partir de la segunda canción, que afortunadamente es Y además bastante fea. Desde que empieza el ritmillo mis pies se ponen a moverse y yo a cantar y a partir de ahí me paso el resto del disco encantada.

Si quieren leer una crítica detallada, lo mejor es que corran a leer las entradas individuales de El Ruido de la Calle, donde se desgrana canción por canción. Si quieren mi opinión, es que en conjunto el disco es fantástico y muy sólido. Uno termina de escucharlo y sigue con ganas de más, de que no se hubiera terminado tan pronto. Y eso, en los tiempos que corren, es una gran virtud.

Si tuviera que elegir que canción me gusta menos, obviando mis problemas con la primera, es posible que sea Dos paquetes cien. No termino de cogerle el tranquillo. Y en cuanto a mis preferidas... Es muy difícil elegir entre tanta canción buena: Y además bastante fea, Podía volar, Tú hueles mejor, Alfonso de Hohenlohe. Esta última, por cierto, es una versión de Cono, un grupo del que yo nunca había oído hablar y del que sigo en la inopia absoluta, porque Mr. Google no ha querido iluminar mi búsqueda al respecto ni con un mísero rayito de sol y conocimiento. La canción me parece fabulosa, así que trataré de seguir investigando, aunque pocas esperanzas tengo.

En fin, si eligen un disco español para escuchar este mes, que sea el de Anntona. No es que quiera hacer un resumen tan expeditivo porque sí, es que estoy como los de Telefónica, simplificando.

25.3.09

discos: middle cyclone

Reconozco que me llama muchísimo la atención no haber leído casi críticas de este disco todavía, exceptuando la de Pitchfork, a pesar de la expectación que su salida causó en muchos blogs. Yo he estado escuchándolo durante las dos últimas semanas una y otra vez, y me parece un disco bastante destacable de lo que llevamos de 2009.

Al final del 2006, cuando recapitulé los discos que más me habían gustado ese año, dije que la voz de Jenny Lewis haría brillar todo lo que tocara, hablando del disco que sacó con The Watson Twins. Sin embargo, al hablar de Fox Confessor Brings the Flood no dije lo mismo de Neko Case, a pesar de hablar de ella en términos igual de elogiosos. Pero a día de hoy, después de este Middle Cyclone, creo que su voz también es un auténtico prodigio. Cálida, potente, delicada, una maravilla de escuchar.

El disco empieza poniendo el listón muy alto con esas tres primeras canciones, sobre todo This tornado loves you y People got a lotta nerve. La cuarta, Polar nettles, me recuerda muchísimo a alguna canción que había oído antes, pero no soy capaz de identificar cuál es. Supongo que en algún momento se me vendrá a la cabeza, sin más. A partir de ese momento se van alternando canciones en las que creo que el disco baja un poco el nivel, para mi gusto, con otras que consiguen recuperar mi atención, como la preciosa casi nana que da título al disco, I'm an animal, Don't forget me (otra preciosidad que por alguna conexión extraña en mi cerebro me recuerda a Belly) y Red tie.

El conjunto creo que es bastante sólido. Quizá no sea nada nuevo bajo el sol, pero tiene canciones que no cansan por mucho que uno las escuche. Creo que vale mucho la pena.

24.3.09

libros: l'écume des jours

Tengo un amigo con el que hace varios años que no hablo. No es un amigo cualquiera, probablemente es uno de los que más quiero y aprecio. Y no es que no hablemos porque tengamos ningún problema, en absoluto; simplemente, él vive en Madrid y yo en Las Palmas y a mí se me da muy mal mantener al día mis amistades. Es uno de mis principales defectos, lo mala que soy para las relaciones con los demás. Quiero muchísimo a la gente que quiero, pero me resulta muy difícil demostrarlo y más aún mantener esas relaciones afectivas al día.

Sin embargo, me acuerdo mucho de las personas. Cada cierto tiempo, uno de esos amigos a los que no veo y con los que no hablo en años se me viene a la cabeza y me paso el día pensando qué estará siendo de su vida, si le irá bien y si será feliz. Entonces hago cosas como buscar su dirección de correo electrónico en mi ordenador o poner su nombre en Facebook. ¡Guau, qué esfuerzo! Sí, ya sé, no me digan nada. No hay muchas personas con las que me pase esto, en realidad creo que sólo son dos, el amigo del que les hablo y una amiga de la que hace fácilmente seis o siete años que no sé nada. En ese caso es peor porque no tengo ningún medio para contactar con ella, ni siquiera su teléfono. Es una de las consecuencias de que te roben el móvil y tu único contacto con alguien sea ese número almacenado en la memoria del aparato.

El caso es que mi amigo me ayudó muchísimo cuando yo estaba saliendo de una época difícil de mi vida y siempre recuerdo con cariño los días que pasamos juntos peleándonos con nuestros respectivos proyectos de fin de carrera, nuestros intentos de conseguir trabajo por primera vez y nuestras relaciones de pareja que entonces empezaban (cada uno con la suya) y que a día de hoy se mantienen, creo que ambas.

Por aquel entonces él estaba pasando por una etapa existencialista. Leía a Sartre, a Camus y no sé cuántos otros escritores más por el estilo. Yo me reía y le decía que iba a acabar fatal de la cabeza si seguía leyendo sólo aquellos libros. Fue entonces cuando le grabé el famoso recopilatorio “Música para que dejes de escuchar mierda” en una cinta TDK de 90, y le regalé Los detectives salvajes con una dedicatoria similar. Unos cuantos años más tarde, cuando me despedí de Madrid en una noche mítica en el Palentino, él me regaló La espuma de los días. Yo lo tenía en francés en casa, sin leer, pero no le dije nada. No es el primer libro que ocupa un hueco en dos idiomas en la librería de casa, ni será el último. Sin embargo, no lo leí hasta que estuve instalada en Las Palmas unos meses después.

Y hoy, mientras leía esta entrada en Libro de notas, me di cuenta de lo mucho que ese libro se había quedado impregnado en mí. Como esas películas que terminas de procesar un tiempo después de haberlas visto, las imágenes y las sensaciones que transmite L'écume des jours parecen ahora más vivas que nunca en mi recuerdo. Durante la lectura pasé por momentos de incomprensión absoluta con los personajes, hasta que terminé por entrar en el universo de Boris Vian y rendirme ante todas y cada una de sus páginas; y creo que es ahora cuando de alguna manera va tomando forma en mi cabeza.

Lo curioso es que, cuando intento analizar los recuerdos que tengo del libro, aparecen siempre en primer lugar los más felices. Las páginas llenas de paseos por las calles de París, la casa luminosa y grande, las fiestas, el primer encuentro de Colin y Chloé, la música de jazz y, por supuesto, el pianocktail. Tengo que hacer un esfuerzo para recordar la decadencia progresiva en la que se van sumiendo los personajes, la tristeza y la incomprensión que van atrapando la historia, los despropósitos, la oscuridad, la casa que mengua y se oscurece cada vez más...

No es mi intención hacer una reseña del libro, sólo explicar que hoy me he dado cuenta de que tengo que volver a leerlo. Las buenas historias, aquellas que perduran en uno y con los años se hacen reclamar, pidiendo una parcela de atención y de relectura, no son abundantes. Durante mi vida he regalado muchos libros, pero muy pocos sin tener de por medio una excusa como un cumpleaños o unos Reyes Magos. Esos pocos escogidos siempre los había leído antes y ocupaban uno de esos lugares de privilegio en mi corazón. Hoy he añadido uno más y me reconforta pensar que es un libro que a mí también me habían regalado.

PD. Tengo más amigos, claro, y me las apaño para mantener el contacto con ellos, pero en buena parte es gracias a Jenaro, que sí es atento y considerado para esas cosas y no como yo, que soy una salvaje. Qué le vamos a hacer.

19.3.09

canciones para diego (i) - blue moon

Blue Moon, en la versión doo-wop de los Marcels, fue la primera canción que me obsesionó tanto como para ponerme a reunir dinero para comprar algún disco en el que apareciera. Debía de ser muy pequeña en aquella época, y no sé muy bien cómo conseguí las dos mil pesetas, más o menos, que costaba el disco, porque aún no tenía paga ni nada que se le pareciera. Al final me hice con ese recopilatorio hortera que ven en la imagen y puse mi canción miles y miles de veces hasta que me cansé.

Sin embargo, la balada original, cuya versión final (la cuarta, siempre con letras distintas) apareció en 1934, nunca me ha gustado mucho, aunque si le ponemos la voz de Frank Sinatra la digiero mucho mejor. También cuesta resistirse a la versión instrumental de los Ventures.

Dicen que la de los Marcels se grabó de casualidad. En febrero de 1961 el grupo fue a Nueva York para grabar un disco. El productor, Stu Phillips, tenía órdenes de grabar sólo con los Skyliners, así que tuvieron que hacerlo a escondidas. De las cuatro canciones que tenían a Stu no le convencía una de ellas, Zoom Zoom Zoom, del grupo The Collegians, así que les propuso hacer una versión de Heart and Soul. Como ningún miembro del grupo la conocía, les nombró Blue Moon y el único que sabía de qué canción se trataba se la enseñó a los demás. En ese momento les quedaban 10 minutos para grabarla. Consiguieron hacer dos tomas, de las cuales la primera fue la definitiva. En dos horas le hicieron llegar la demo a Murray "The K" Kaufman, el locutor nocturno de la emisora WINS, que la puso cerca de 15 veces aquella noche. Y a pesar de los esfuerzos de uno de los compositores de la canción, Richard Rodgers, que llegó a publicar anuncios en los periódicos para que la gente no comprara aquella versión que le horrorizaba, la canción fue número uno en las listas estadounidenses durante tres semanas.

Hay varios vídeos de los conciertos que han dado los miembros del grupo que aún viven en los últimos tiempos. Éste, que es el que mejor se oye, creo que es de 1999.

18.3.09

canciones: whyyyy? y eurovision/the dance/straight boy

O cómo bailar a ritmo de house.

Chesus & Rodski son un dúo de DJs provenientes del sur de Gales. Además de dedicarse a subir unos cuantos mixes, remixes (por ejemplo uno bastante interesante de la canción 26 Basslines de Benga) y un montón de vídeos de skate en su blog, tienen unas cuantas canciones propias que no están nada mal.

Yo llevo varias semanas escuchando una de ellas, Whyyyy?, varias veces al día, y por ahora no me canso. No hay ningún vídeo en YouTube para poder ponerla aquí y que la escuchen, pero tanto ésa como todas sus otras canciones y mixes se pueden descargar desde esta página.

Por otra parte, Zombie Disco Squad, con algo más de carrera a sus espaldas, son un dúo de Londres que ha publicado varios singles destacables con distintas discográficas. El último de ellos, Esperanto/Eurovision es también el primero que publica un nuevo subsello de Institubes llamado Sound Pellegrino. También, claro, hacen remixes (por ejemplo uno de Wearing my rolex) y mixes que pululan por la red, como este House Radio Mix que pueden encontrar en el blog Curb Crawlers.

Es posible que la que más haya escuchado de todas sus canciones sea Eurovision, pero The Dance, que pueden oír en el siguiente no-vídeo, y Straight Boy también me gustan mucho.

16.3.09

canciones para diego (introducción)

Una de las primeras cosas en las que pensó Jenaro cuando supimos que estaba embarazada fue en prepararle al niño una colección de discos con las canciones que consideraba que tenía que oír en algún momento de su vida. Quizá para otra persona esto podría resumirse en un CD o dos, pero en su caso conseguir escoger esas canciones se convertiría en toda una aventura. Es probable que pudiera llegar a ocho o diez sin problemas y seguir pensando que se estaba dejando alguna fuera.

El otro día, para aumentar aún más la magnitud de la empresa, me dijo que hiciera la selección con él, aportando las que yo consideraba que eran importantes. También le dijo a nuestros amigos que podían enviar sus sugerencias. Si seguimos así, es probable que lleguemos a recopilar una auténtica enciclopedia de la historia de la música popular, pero aún nos quedan unos meses y, a fin de cuentas, no se me ocurre mejor pasatiempo que escoger canciones bonitas, vibrantes o que representen nuestra propia niñez.

Empezamos hace un par de semanas, en una de esas tardes de domingo que se prestan para actividades relajadas como ésa. Decidimos hacerlo en orden cronológico y atacar las décadas de 1950 y 1960 para empezar. Salieron dos hojas, escritas por las dos caras, de la libreta donde las vamos a ir apuntando. Y todavía creo que tenemos que seguir exprimiéndonos las neuronas cuando retomemos la tarea por si se nos escapó alguna.

Así que he pensado en ir poniendo aquí algunas de las canciones que yo vaya eligiendo, y explicando por qué son importantes para mí o por qué creo que merece la pena oírlas. Quizá no haya nada muy original, pero creo que puede ser divertido. En breve, la primera entrada.

PD. Por supuesto, se admiten sugerencias, aunque es probable que no se atiendan hasta el último momento, cuando tengamos nuestra lista más o menos perfilada. Pero atenderse, se atenderán, eso sin duda.

PD2. La foto es de estas navidades, cuando rescatamos en Toledo las cintas que tenemos allí guardadas. Con las mías confieso que hubo una purga cuando nos vinimos de Madrid, así que las que quedan son una mera representación.

breves: los dichosos grupos del facebook

Una amiga me ha mandado una invitación para unirme al grupo de fans de Prefab Sprout en el Facebook.

Todavía me estoy recuperando de la impresión.

PD.
Lo peor de todo es que he empezado a plantearme si no será posible que me esté perdiendo algo bueno en sus discos e intentando obviar que la única canción que relaciono con el grupo sin esfuerzo es Cars and girls.

15.3.09

personal: derivas musicales

La semana pasada se publicó en discotraxx, un blog muy recomendable, una entrada sobre los editoriales de Santi Carrillo en Rockdelux. Lo leí antes que la revista, pero sabiendo cómo habían sido los editoriales de los dos números anteriores, no me sorprendió en absoluto que alguien acabara publicando una entrada como ésa. Ya en enero habíamos esbozado algunos comentarios en El Ruido de la Calle sobre el mismo tema.

Desde luego, no es la primera vez que hablo en Los Latidos sobre la Rockdelux. Hay bastantes ejemplos de mi relación con la revista, cada vez más contradictoria, en los archivos del blog. Sin embargo, sí es la primera vez que trato de explicar lo que llevo analizando varias semanas, y no es otra cosa que mi progresivo alejamiento de la revista; hasta el punto de que este mes he pensado en ir a mi tienda de prensa a pedirle a Paco que ya no me la guarde más. Sospecho que no soy la única a la que le pasa, de hecho es probable que sea de las pocas lectoras habituales que no han dejado de comprarla.

Hace un mes, cuando terminé de escuchar el segundo volumen de la selección de las mejores canciones internacionales del 2008 según la Rockdelux, se apoderó de mí una sensación de desazón que se ha ido agudizando desde entonces. Lo primero que pensé al terminar de oírlo es que, considerando los dos CDs en conjunto, la mayoría de las canciones eran similares, o al menos respondían a un mismo estilo o patrón. Al escuchar el primero me había parecido que había algunas bastante interesantes. Sin embargo, al terminar el segundo pensé que no había nada nuevo bajo el sol. Luego me pregunté cuántas de ellas correspondían a un determinado universo pop/rock/folk, y cuántas eran de solistas masculinos o grupos con un hombre al frente. Y eran muchas.

Cogí de nuevo la revista de enero y repasé la lista de los mejores discos del año. Muchos de los que yo había considerado como mis preferidos estaban ahí: Vampire Weekend, Silver Jews, The Bug, Flying Lotus,Fuck Buttons, Lindstrom y Lightspeed Champion. Incluso entre los otros hay muchos que me gustan bastante (como el de Portishead), pero que no llegué a poner porque por algún lado tenía que recortar. Y sin embargo, mirando la lista completa de los 50 discos elegidos por la Rockdelux, mi sensación de desazón no mejoraba.

Al comprobar de nuevo la lista con las canciones esta sensación no sólo no mejoraba tampoco, sino que se volvía aún peor. Viva la vida en el número 1... Puedo pensar que nadie tiene la culpa de que a mí no me guste Coldplay, ni de que esa canción en concreto me parezca insípida, pero es que el número 2 me parece también bastante mediocre. Soul on fire está bien, pero ¿la segunda mejor canción del año? Ni de lejos. En el número 5, Blind, de Hercules & Love Affair, sí me parece una buena candidata. Es un pobre consuelo para una lista que, en conjunto, se me antoja triste, como los dos CDs que reúnen algunas de ellas. Ni siquiera la traca final del segundo volumen consigue que me entusiasme por lo que estoy oyendo. Quizá porque a esas alturas ya me había sumido en el desánimo. Quizá no.

Creo que mi sensación global ante estas elecciones es que la revista, de alguna manera, se está quedando atrás. Que la música emocionante y palpitante ahora mismo está en otra parte, no en las páginas que adquiero en mi kiosco mes tras mes. ¿Dónde están, por ejemplo, los remixes? Un simple vistazo a internet ofrece tal cantidad de reversiones e interpretaciones de muchos de los singles que se publican que suponen casi un universo en sí mismos. Para mí es un ejemplo de cómo está mutando la concepción de la música, de cómo las reglas del juego están empezando a cambiar y los formatos y las clasificaciones tradicionales ya no sirven. Y la prensa musical tradicional necesita encontrar la manera de adaptarse a los nuevos tiempos, de encontrar su hueco en un mundo en el que ofrecer información pura y dura, sin valores añadidos, no es suficiente. No desde que la información, cada día más, es en internet donde se encuentra.

Por supuesto, este dilema no atañe sólo a las publicaciones musicales, pero hablar de la prensa en general excede con mucho el tema que intento tratar en esta entrada.

Dicen que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio, y si yo insisto en hablar de la Rockdelux una y otra vez es porque la revista me importa. Desde noviembre de 1994 ha llovido mucho. No he leído todos los números, pero sí bastantes de ellos. Y la diferencia entre lo que supuso para mí el CD que venía de regalo con aquella revista (cuando aún no lo traía todos los meses y se trataba de una ocasión extraordinaria, por el décimo aniversario de la publicación) y lo que supone cualquiera de los que se incluyen ahora es abismal. La escucha del tercer volumen, las mejores canciones nacionales del 2008 según los lectores, fue aún peor. Lo único que pude pensar al terminar es que el disco era un coñazo. ¿Cómo se puede pensar algo así de un recopilatorio que incluye temazos como Suena brillante, Hacia el huracán o Dos policías? Eso es lo que más me llama la atención, como teniendo buen material el conjunto resulta tan aburrido.

¿Qué tiene ahora mismo la Rockdelux, además de un CD de regalo que la mayoría de las veces no me gusta? Editoriales delirantes, crónicas de conciertos a los que no he podido asistir, artículos y entrevistas a grupos de los que muchos no me interesan y de los que sí ya sé mucho más que lo que me ofrece la revista, y críticas de discos. Mucha publicidad también, por supuesto, aunque al menos ya no aparece como marcas de agua en las páginas de los conciertos. ¿Qué me puede interesar de todo esto? A mí, particularmente, las críticas de los discos y los artículos de revisión en profundidad sobre algún grupo o cantante.

En el primer caso, se trata de piezas de opinión, y como tales su valor reside en quién las escribe. En la Rockdelux escriben críticos cuyo criterio respeto y me interesa, al igual que el de algunas de las personas que escriben blogs musicales. En el segundo caso, los artículos de revisión suelen hablar sobre grupos cuya carrera no conozco al completo. Suelen ser interesantes y entretenidos, además de incluir también una visión subjetiva del periodista que lo escribe. Esto último no es malo, al menos para mí. Si quiero conocer la discografía de un grupo no tengo más que abrir la Wikipedia o Allmusic, pero que esa discografía o historia esté desgranada por alguien a quien me guste leer es lo que diferencia una fuente de otra.

Sé que el tipo de música que escucho suele oscilar por temporadas, que va cambiando y que no puedo pretender que los medios se adapten a eso. Y no lo hago. Pero es probable que yo sea sólo una muestra de lo que puede pasar con el público que compra la revista. Ahora mismo, lo más importante es que la Rockdelux me hastía porque ha perdido la capacidad de sorprenderme que tenía antes. Nada de lo que leo me coge desprevenida, al contrario, la mayor parte del contenido me parece previsible y obvio. Que eso me pase con las listas de lo mejor del 2008 es sólo un ejemplo. Que me suceda también con el resto de la revista es lo malo. Y lo peor es que no sea la única a la que le ocurre.

Paradójicamente, aquello de lo que Santi Carrillo se vanagloria en el editorial del número de marzo puede ser visto como un síntoma de estancamiento en lugar de algo por lo que felicitarse. Dice el editorial, tras preguntarse por los artistas que más veces han aparecido en las listas de lo mejor del año de la revista: "Y, sobre todo, a las consecuencias de esa pregunta, que no son otras que demostrar con números la solidez de unas trayectorias contrastadas a lo largo de muchos años y confirmar la línea editorial de la revista al apostar tan insistentemente por según qué nombres". Es probable que La Revista 40, por ejemplo, pueda pasarse todos los años que dure hablando una y otra vez de La Oreja de Van Gogh, y eso no quiere decir que sea algo bueno.

Aún así, no creo que el problema resida únicamente en los artistas de los que se habla en la Rockdelux. Más bien creo que es una cuestión estructural, que la fórmula está agotada para muchos de los lectores que llevamos años siguiendo la revista y que va llegando el momento de que se planteen la necesidad de buscar soluciones para adaptarse a los tiempos que corren. Claro que esto sólo es mi opinión.

11.3.09

mix: 2009 #2

Les confieso que los mixes han estado en un tris de desaparecer de Los Latidos esta semana. Creo que el único motivo por el que no lo han hecho es que ya había subido uno del 2009, y eso me empujaba a seguir haciéndolos, pero al mismo tiempo se me hacía muy complicado terminar alguno.

En teoría, los mixes suelen ser una muestra de las canciones que estoy escuchando en el momento en que los pongo en el blog. Hay algunas excepciones, como el mix 2008 #2, que fue un ejercicio de nostalgia en toda regla. También solía colarse alguna que otra canción que se me venía a la cabeza a última hora cuando los estaba preparando.

Desde que subí el primero, en febrero del 2006 (con muchas limitaciones técnicas y las canciones por separado), el tipo de música que se podía encontrar en ellos ha ido cambiando bastante, pero siempre he querido mantener algunas normas. Por ejemplo, que las canciones no duraran, por lo general, más de cuatro minutos. Eso ha hecho que algunas canciones de las que he disfrutado mucho en los últimos meses no se incluyeran nunca en un mix, como el famoso remix de D.A.N.C.E. que hizo Les Rythmes Dygitales, por nombrar una de las muchas que se han quedado fuera. Tampoco solía poner canciones cuya escucha creía que podía resultar un poco dura, término completamente subjetivo porque depende de cada oyente, claro, lo que hacía que esta última consideración fuera uno de mis principales quebraderos de cabeza al hacer los mixes. Por ejemplo, les conté hace unas semanas que no paraba de escuchar una canción muy hortera, Floor on fire, y aunque es de las que más he oído en estos últimos dos meses, no se me pasaba por la cabeza meterla en un mix.

Supongo que juntando todos esos factores se puede encontrar la explicación de que el pop y el rock se vieran sobrerrepresentados en los mixes en los últimos tiempos, no en términos absolutos, sino en comparación con lo poco que escucho de eso últimamente. Y, como supongo que era de esperar, llegó el momento en que no era capaz de reunir canciones adecuadas para hacer un mix. El año pasado, por estas fechas, estaba a punto de subir el ¡sexto! mix. Este año sólo ha habido uno y a duras penas, de hecho lo subí pensando que a casi nadie le gustaría.

Es verdad que pienso en si a alguien, aparte de a mí misma (porque suelo usar luego los mixes para llenar mi iPod), le podrían interesar siempre que hago alguno. Y esa duda se ha ido acrecentando mucho últimamente. También sucede que suelo escuchar los mixes antiguos de vez en cuando; para mí representan la época en la que los subí, o incluso un año entero de mi vida si escucho unos cuantos de ese año. Los mixes de la primera mitad del 2007, por ejemplo, siempre estarán asociados en mi memoria al viaje a Galicia de ese verano, una de las vacaciones que más he disfrutado en mi vida, porque sonaban continuamente en el coche mientras recorríamos las Rías Bajas. Y estos días, al escuchar los mixes del año pasado, me he dado cuenta de que algunas canciones aguantan mejor el paso del tiempo que otras en mi apreciación particular. Y no estoy segura de que las canciones que estoy escuchando ahora vayan a aguantarlo.

Aún así, a pesar de todo, he decidido hacer otro mix. No tiene nada de pop ni rock, la mitad de las canciones pasan de cuatro minutos y tres de ellas pasan de los seis. Para colmo algunas son instrumentales. Todo un suicidio. Pero es lo que hay, esto es lo que pongo en mi reproductor desde que empezó el año y, si hay un segundo mix de Los Latidos en el 2009, esto es lo que debería aparecer. Así que es lo que aparece. No puedo asegurarles, claro, que esto vaya a ser así en los sucesivos; ni tan siquiera que vaya a haber otros. Igual dentro de poco sólo los relleno de canciones de cuna, así que voy a dejar las dudas sin resolver y centrarme en el presente.

El mix en la imagen, el listado un poco más abajo y sus quejas y pataleos, en los comentarios si les apetece.

01 Lady Sovereign - So Human (Original Version)
02 Steinski - The Payoff Mix
03 Shystie feat. Sub Zero - Pull It (Bad Gyal Bass)
04 Kid Cudi - Day 'N' Nite (Crookers Remix)
05 La Fouine feat. Soprano & Sefyu - Ça Fait Mal
06 Cecile - Hot Like We (Remix)
07 Harvey K-Tel - Boops Apocalypse
08 Missy Elliott - Pass That Sleng Teng (The Heatwave Refix)
09 Geeneus feat. Katy B - As-I
10 Kode 9 - Bad
11 The Whitest Boy Alive - Island
12 Darkstar - Need You
13 Berntholer - My Suitor

PD. Ya sé que Lady Sovereign también aparecía en el mix anterior, pero me apetecía empezar éste así.
PD2. Sharebee me la ha vuelto a jugar y no me dio ningún enlace después de terminar la subida. Así que he vuelto a MediaFire.

10.3.09

películas: sonic outlaws

Disculpen mi ausencia de estos días, pero la gripe me ha tenido fuera de juego desde el viernes pasado. Parece que hoy empiezo a ser una persona normal de nuevo, no un ente barrigoncito tomado por los mocos, los estornudos y el dolor de cabeza. Así que intentaré retomar el blog de la mejor forma que se me ocurre: contándoles lo mucho que me gustó la única película que he podido ver del Festival de Cine de Las Palmas.

Sonic Outlaws, de Craig Baldwin, es una película collage sobre el culture-jamming, el sampling, el copyright y los derechos de autor. Mediante el uso de found footage, entrevistas y sonidos, el director va ilustrando las contradicciones de las reglas del juego que las discográficas, los artistas y las sociedades de gestión han establecido en nuestra sociedad. La película data de 1995, pero bien podría haberse filmado ayer. En estos años, lejos de solventarse algunos de los sinsentidos en torno a este asunto, da la sensación de que se han agravado. Quizá la única diferencia entre entonces y ahora sea que Internet ha permitido dar a conocer de forma amplia la mayoría de los abusos que se cometen, pero los niveles de paranoia de la industria han ido aumentando hasta límites de esquizofrenia.


Craig Baldwin presentó la película en una introducción delirante, en la que no dudaba en quitarle el micro al traductor para comentar él mismo en español algunos de los conceptos que había explicado en inglés un par de minutos antes. También es cierto que el traductor tuvo que pedirle aclaraciones sobre algunas frases en más de una ocasión, quizá porque las intervenciones del director se convertían en parrafos interminables... y simpatiquísimos, todo hay que decirlo. Aún así, creo que después de la presentación quedaron muy claras las intenciones del autor de la película, y en caso de que a alguien le hubiera quedado alguna duda, con el visionado de la misma se disipaban completamente.

Sonic Outlaws es un caudal de información inagotable que se presenta de forma amena, inteligente y con mucho sentido del humor. Empieza relatando el incidente de Negativland con U2, ocurrido con la publicación del EP que ven en la imagen en 1991. Este incidente se convierte en una especie de motor o coartada sobre el que se construye todo el resto de la película. En la página web del grupo hay muchísima información sobre ellos, y les aconsejo que empiecen por la sección FAQ si quieren echarse unas risas (lean cómo se ganan la vida los distintos miembros del grupo). Negativland hablan con el director en distintas piezas a lo largo de todo el metraje, exponiendo de forma clara todo lo que sucedió con Island Records y U2 e ilustrando aquello que ya sabíamos: que las leyes del mercado son las que deciden quién gana y quién pierde y para quién se aplican las leyes y para quién no. Además de ellos, hay entrevistas con John Oswald, los Tape-beatles, Alan Korn y la Emergency Broadcast Network. También se habla de la Barbie Liberation Organization, por ejemplo, y de los casos de otros grupos musicales llevados a juicio por causas similares a la de Negativland, como 2 Live Crew y su sampleado de la canción Pretty woman (en este caso se consideró que el sampleado era una parodia y por tanto se permitía su uso).

La cantidad de información que se presenta en la película es altísima, pero con un simple vistazo en Internet podemos comprobar que es sólo la punta del iceberg. Si uno quiere pasar unas cuantas horas leyendo, lo que va a encontrar es sin duda de lo más interesante. La película también lo fue.

5.3.09

breves: festival de cine de las palmas (10ª edición) (ii)

Un día antes de que empiece el festival, parece que ya hay información completa en su página web (gracias, Freire) y que sí, se mantienen los Monopol como lugar principal de proyección. Y acabo de comprobar que por la ciudad ya pululan los habituales visitantes e invitados, tan reconocibles.

Por cierto, que mañana asistiré a la gala de inauguración del festival por primera vez en mi vida. Reconozco que tengo curiosidad. También he estado echando un vistazo a la sección oficial y hay algunas películas con muy buena pinta. A ver si me cuadra el horario para ver alguna.

Actualización: el catarro me tiene K.O. y me quedo sin ir a la gala. Tendrán que buscarse a otro cronista.

arte: los vinilos de of montreal

Una de las primeras cosas que decidimos buscar cuando pensamos en cómo íbamos a decorar la futura habitación de Diego fue un vinilo adhesivo para la pared. Hay numerosas páginas web que los ofrecen, aunque también con diferencias considerables en precio y diseño. Al final, eliminando las que eran desorbitadamente caras, las que no tenían gracia y las que no vendían fuera de Estados Unidos, nos quedamos con dos alternativas: una francesa, Domestic y una británica, Supernice.

Les puedo enlazar algunas de las maravillas que se pueden encontrar en estas páginas, pero por muchas que enlace, me quedaré muy corta para intentar mostrar todo lo que hay. Así que los animo a que buceen un poco por ellas, que vale la pena. Y yo vuelvo a lo que iba.

De entre las muchas categorías que se recogen en Supernice, me llamó la atención encontrar al grupo Of Montreal. Tienen dos diseños, ambos con el mismo título que su último disco, Skeletal Lamping, pero de distintos diseñadores. El de David Barnes está bien, pero el que me parece excepcional es el de Gemini Tactics, que es el que ven en la imagen (y aquí con más detalle).

Aunque yo los encontré en Supernice, en la propia web del grupo se explica que el disco no sólo salió en los formatos tradicionales (CD, doble LP y descarga digital), sino también como camiseta, bolso, lámpara, chapitas y vinilos para la pared. Todos estos objetos incluyen un código para descargar el disco en calidad de 320 kbps.

Sé que es muy probable que se haya hablado en otros blogs de este tema cuando salió el disco, el año pasado, pero no recuerdo haberlo leído y me gusta tanto la idea que quería hablar de ella en Los Latidos aunque sea con retraso.

breves: spotify en el país

Por una vez en la vida un medio tradicional habla de un fenómeno tecnológico antes de que hayan pasado dos años desde su aparición. Congratulémonos.

Lástima que lo estropeen desde la primera frase de la entradilla: "El nuevo fenómeno musical de Internet quiere convertir a los usuarios de alternativas ilegales en usuarios de ofertas legales". Qué le vamos a hacer, está claro que no hay noticia perfecta.

3.3.09

vídeos: i'm on a boat

Mi amigo James enlazó este vídeo en Facebook y me ha parecido tan divertido que no me resisto a ponerlo aquí. Por cierto, estoy intentando poner la versión en HD, pero no sé si lo habré conseguido, que siempre me lío con las incrustaciones de vídeos de YouTube. La canción es de The Lonely Island (feat. T-Pain), unos cachondos que acaban de sacar este disco.

canciones: need you

Llevo bastante retraso, porque esta canción, Need you de Darkstar, es de hace casi un año, pero la he escuchado hoy por primera vez y me ha parecido una pequeña joya. Así que, como nunca es tarde si la dicha es buena, dejo por aquí el no vídeo de YouTube para que la escuchen:


PD. Lo más probable es que Iván o anhh hayan hablado antes de Darkstar en sus respectivos blogs, pero a mí se me pasó completamente.

películas: festival de cine de las palmas (10ª edición)

Este viernes, día 6 de marzo, empieza la 10ª edición del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria. Una podría pensar a priori que, al ser el 10º aniversario, la edición sería especial, que estaría preparadísima con antelación, que se haría una campaña publicitaria en condiciones, que la organización sería impecable; en fin, no sé, ese tipo de cosas que uno espera de un evento serio.

Ja. Qué ilusa. Los carteles que anuncian el festival en distintas marquesinas y paneles publicitarios de la ciudad no aparecieron hasta el miércoles pasado, a poco más de una semana del inicio del festival. A día de hoy, la información que muestra la página web es incompleta, por no hablar de un diseño penoso, como ya va siendo habitual con cualquier cosa que huela a institucional en esta ciudad.

En la página web de los Multicines Monopol, lugar de proyección de la gran mayoría de las películas del festival durante las últimas ediciones, no hay ni siquiera una mención al festival. Teniendo en cuenta que esa página la actualizan cada semana sin falta con la cartelera, me escama mucho que no hablen del festival en ella. Eso quiere decir dos cosas: que a día de hoy aún no sé dónde se van a proyectar las películas (y espero que la organización sí lo sepa) y que es posible que no sea en los Monopol.

Intentando aclararme un poco más, al final he decidido consultar las noticias de los últimos días sobre el festival, y el resultado ha sido descorazonador, aunque previsible. Miserias de la política local sobre las cuales no quiero hablar, problemas de financiación que vienen del mismo sitio y, en general, la misma desazón que con tantas otras cosas que pasan en esta ciudad. No sé si es que no hay dinero para nada o si es que las prioridades no son las que yo considero que deberían ser. Pero la única sensación que le queda a una es la tristeza.