17.9.08

libros: la prensa y el hastío

No, no es el título de un libro. Es lo que me produjo la lectura del último Babelia, que no sé muy bien por qué sigo leyendo y tratando de encontrar algo interesante en sus páginas.

Este fin de semana, al ver la portada, pensé que el artículo sobre autoficción podía ser interesante. Error. Error. Nada más empezar a leerlo, llego a la enumeración de los autores que según ellos se han dedicado a la autoficción recientemente y me encuentro con: Enrique Vila-Matas, Esther Tusquets, Cristina Grande, Julián Rodríguez, Gonzalo Hidalgo Bayal, Ray Loriga, Cristina Fernández-Cubas, Marcos Giralt Torrente, Juan Marsé y Javier Marías.

Quitemos a Julián Rodríguez y lo que nos queda son los mismos autores de siempre en las páginas de este suplemento. Si alguien leyera sólo el Babelia se creería que la literatura en España es un cotarro diminuto poblado por no más de diez autores que, pobres, escriben sin parar. Si todavía me gustara lo que escribe actualmente alguno de ellos, cosa harto difícil porque la calidad de sus textos ha ido bajando a medida que su nombre iba apareciendo en las páginas de este periódico una y otra vez, aún así acabaría aborreciéndolos.

Basta. Ya está bien de hablar siempre de los mismos. Hay miles de autores ahí afuera, con hermosos libros publicados, esperando que alguien les dedique una línea miserable. Y me consta que en otros suplementos sí lo hacen, aunque sea de vez en cuando.

Mierda de capitalismo y de intereses editoriales (o cinematográficos).

PD. Para rematar estas lindas palabras, les diré que hoy obtuve respuesta para la pregunta que me lleva rondando la cabeza desde que vi que la Sexta se hinchaba a poner partidos de fútbol de la liga este fin de semana. ¿Cuándo va a empezar El País a darle palos al Gobierno? Ah, pues hace un momentito ésta era la segunda noticia más importante en la web del periódico. Por si quedaban dudas.

6 comentarios:

anhh dijo...

Ayer mirando la programación de “Fuori orario” de la Rai3 casi me pongo a llorar. El concepto para nada es nuevo: emitir cine “de autor” a horas intempestivas, pero me gusta el giro que le dan: a estas horas de la madrugada (casi) nadie ve la televisión, así que podemos emitir las películas más radicales en lo formal y temático sin importarnos la perdida de anunciantes, etc. ya que quizás no sólo no perdamos audiencia sino que la consigamos (como aquí sucedía con “Días de Cine”, que lo emitían a esas horas para conseguir ser líderes de audiencia a esa hora). Si son películas aburridas, al menos cumplirán una función de orden social: dormir a la gente. Durante el verano, con todos los canales de la TDT, casi lo único que se podía encontrar eran esos programas de llamadas con presentadores histéricos a los cuales se les cae el dinero de las manos. La2, cadena cultural y supuestamente arriesgada, emitía películas como “Fucking Amal” (una película que podría entender cualquier adolescente) cerca de las cuatro de la madrugada o puedes ver una de Resnais a ese mismo horario. No digo que eso esté mal, en el fondo son empresas aunque sean públicas, pero sencillamente son opacas respecto a películas más “ásperas” ni tienen una vocación de educar una audiencia a largo plazo (algo que trataron de hacer con programas tipo “¡Qué grande es el Cine!”, pero de nuevo, basado en el clasicismo o en un cine de autor “dramático”). Pero claro, miras alrededor y uno se queda de piedra, con lo que hacen las cadenas con series de televisión (productos comerciales que ya han sido refrendados con el éxito en otros países y están pensados dramáticamente, en muchos casos, para funcionar entre bloques de publicidad): Antena3 haciéndose “moderna” y “liberal” emitiendo “Sexo en Nueva York” a los horarios más increíbles que uno se pueda imaginar (no ya a la una de la madrugada, a las tres o así) o retirando series de culto a mitad de temporada, Cuatro emitiendo “Weeds” a horarios igual de intempestivos (con el añadido de que es una serie en la que resulta difícil incorporarse después de haberse perdido un episodio) por no hablar de los gustos cinematográficos, La Sexta creando la franja de series “de culto” que seguirán siéndolo a menos que seas un estudiante universitario que no tenga clases por la mañana e igualmente la idea de cine es la de mero “entretenimiento”, que no tengo problemas con ella (y me gusta) si puedo escoger cuando y cuanto quiero pero que es la única opción que presentan y bueno, a Telecinco ni la criticamos porque ni siquiera juega la baza de la “cultura” (aunque si esa es la “cultura”…). Pero siempre estará el “pero”, si habrá gente que ponga exactamente las mismas pegas a revistas como “Sight & Sound” o “Cahiers du Cinema” o canales culturales como “Arte”, citando lo conservador de sus propuestas o el poco riesgo que toma una entidad con ese peso específico en tal o cual área. Pues sí, “hastío” de tener siempre esta conversación en todos los aspectos de la vida.

Ana Saturno dijo...

Hola, anhh.

La televisión, ese gran ente. Estoy de acuerdo con todas y cada una de tus palabras, exceptuando que yo ya no considero que TVE sea una televisión pública (no con esos "llame ahora al 902 y consiga 6000 euros" enmedio de los programas, no con esos bloques interminables de publicidad, no con esa basura que emiten sin parar, no con esas series encargadas a base de millones a productoras privadas). Todo lo que has dicho de los canales de tv lo he pensado más de una y de dos veces. Es casi de guasa que se vanaglorien de poner "programas de culto" cuando lo hacen en esos horarios y maltratándolos impunemente con cortes o supresiones repentinas.

También sé que soy un poco cansina con el tema, que no debería insistir más en hablar de cosas que no tienen solución, o que no voy a poder cambiar, pero en días como hoy me enfurezco y acabo soltando la rabia aquí. ¿Cambiará algún día algo de todo esto en España? :-(

Saludos

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo con tu decepción continuada. La endogamia es muy mala y me da la sensación de que no son conscientes del daño que se están haciendo a sí mismos. Al final, no todos los lectores son tontos ni comulgan con su religión y, por eso, muchos huyen despavoridos. Y sí creo que hay que insistir en el tema. Aunque cada empresa hace con su dinero lo que le viene en gana, el cliente, y más en un medio de comunicación, puede mostrar su opinión para mejorar el producto. Es sano y beneficioso para todos. Keep on keepin' on, que decían los Redskins.

Ana Saturno dijo...

Hola!

Seguiré dando la lata entonces, pero que sepas que no es muy bueno darme alas con mis ataques de rabia, que luego se reproducen. :-)

Si no fuera porque este país lo dominan dos o tres medios de comunicación, a mí me daría igual que se estuvieran mirando el ombligo todo el santo día. Que me cansan, pues paso de leerlos y ya está. Pero hay mucha gente que nunca se va a enterar de que existen otros autores interesantes porque simplemente nunca les han hablado de ellos. Y eso me mata. Parece una clase de parvulitos en la que se enseña a los niños a no jugar con los de la clase de al lado.

Saludos

__ dijo...

Intentó hace unos meses hacer una campaña de cambio radical pero en muy poquito tiempo, Babelia ha vuelto a ser el ladrillo de siempre.

Y el Semanal está insoportable, todo lleno de artículos pagados por lobbys.

La tele sencillamente no la veo, algún gag de Camera Café de vez en cuando y punto.

En habiendo cosas como LDNM tampoco es necesario recurrir a los tres grupos mediáticos de turno.

Saludos, Ignacio

Ana Saturno dijo...

Hola, Ignacio:

Del EPS ya ni hablo, que me suben la bilirrubina y el colesterol malo. En cuanto a la tele reconozco que desde que tenemos Imagenio, veo poco las cadenas normales. Camera Café sí lo suelo ver un ratito, pero estoy enganchada a cosas tan peregrinas como Top Chef, un concurso de cocineros en el Canal Cocina.

Mis quejas hacia los grandes medios de comunicación no las tengo porque yo dependa de ellos, sino porque hay muchas personas que sí, que siguen leyéndolos o escuchándolos y creyendo que es lo único que hay (o lo único a lo que le dan credibilidad). Dado que la información que se emite en los medios de estos grandes imperios es cada vez más sesgada, limitada y parcial, se está creando una visión distorsionada de la realidad (si es que algo llamado realidad puede existir). Además, es una visión recalcitrante y falsamente bipolar. No sólo se está pervirtiendo la política a base de demagogia y maniqueísmo, es que la cultura está empezando a ser inexistente, al menos como conjunto de creaciones y manifestaciones entre las que se puede buscar lo que a uno le interesa. Ahora mismo sólo hablan de una parte ínfima de lo que se puede llamar arte o creación en este país y más allá, condenando al ostracismo a miles de autores que podrían tener mucha más repercusión de la que tienen.

Por suerte vino internet a intentar redimirnos. Ojalá podamos seguir dando nuestra opinión aquí y hablando de lo que nos dé la gana siempre, antes de que venga don dinero a poner límites por si se le agua la fiesta.

Saludos