7.1.08

dossier: zebda (i)

Toulouse, Francia. La cuarta ciudad en población del país, con un fuerte crecimiento poblacional sostenido desde hace varias décadas, debido en buena parte al saldo migratorio positivo. La previsión de este crecimiento, que se produce tanto en el centro de la ciudad como en los municipios de los alrededores, para el año 2014, indica que Toulouse llegará a ser la tercera ciudad en población del país, y la cuarta región (agglomération). Un 45% de la población no llega a los 29 años.

Durante la Guerra Civil Española, cien mil exiliados llegaron a Toulouse. Aún quedan entre 20.000 y 25.000, lo que representa que Toulouse sea la población francesa con mayor número de españoles.

Los inmigrantes llegados del norte de África (argelinos, tunecinos, marroquíes...) son aproximadamente 80.000 en la actualidad. Muchos de ellos viven en los suburbios o banlieues, convertidos en auténticos guetos en muchas ciudades francesas. Los problemas de integración siguen existiendo hoy en día a pesar de que la inmigración date de finales de los años 50 del siglo XX. En algunos barrios, ejemplos de segregación étnica, la pobreza llega al 46% de la población. Y, mientras la política francesa fracasa en temas de inmigración y los servicios sociales se demuestran insuficientes, muchos niños y jóvenes excluidos de la sociedad tienen que enfrentarse al reto de qué hacer con su vida.

Nos remontamos a 1982. La educadora Maïté Débats crea la asociación Vitécri, con el objetivo de facilitar la integración social a los jóvenes de los barrios del norte de Toulouse, a través de prácticas culturales como el cine, el teatro y la escritura. En el segundo vídeo que ruedan, "Prends tes cliques et t'es classe", ya participan Magyd, Mouss y Hakim, tres de los componentes de Zebda. Gracias a las subvenciones, se crean dos puestos fijos en Vitécri y Magyd es uno de los dos contratados. Entre 1983 y 1986 se organizan las primeras manifestaciones de Beurs, la palabra con la que llaman a los árabes en argot verlan. Ellos participan en las dos primeras, pero no en la tercera. Esto se debe en parte a la apropiación de las marchas por la asociación SOS Racisme. Prefieren mantenerse autónomos, continuar con sus propios proyectos.

En 1985 se rueda la tercera película de Vitécri, con el nombre "Salah, Malik, Beurs". En ella, un grupo de música amateur de nombre Zebda Bird busca un local de ensayos. Cuando Magyd comienza a buscar cantantes en la ciudad para representar a los componentes del grupo, se encuentra, desconcertado, con que no hay. Entonces decide llamar a algunos compañeros de instituto (Pascal y Joël) y montar el grupo ellos mismos. Ése es el nacimiento de Zebda*, un grupo que traspasaría la frontera de la ficción para llegar a ser mucho más que la película para la que fue creado.

En 1988, después de tres años sin mucha actividad musical, el grupo crece con la incorporación de los hermanos Hakim y Mouss y Vincent, el batería. El último componente, Rémi, llega en 1991.

Zebda comienza por el directo. Su música, una mezcla de rock, rap, raï, funky y reggae, empieza a sonar en numerosos conciertos por todo Toulouse. Poco a poco, van adquiriendo experiencia y un cierto renombre y empiezan a dar conciertos en otras ciudades, incluyendo París.

Después de un single y tres cassettes autoproducidos (Carte Nationale d'Identité, Zebdomania y La France), en 1992 llega el primer disco, L'arène des rumeurs.

En 1993, deciden aprovechar su experiencia y sus contactos para montar un festival en los barrios del norte de Toulouse, con el nombre "Ça bouge au nord" (se podría traducir por "Las cosas se mueven en el norte"). El festival no tiene como objetivo tanto el llevar la música de manera gratuita a los jóvenes de los barrios desfavorecidos (lo cual tampoco estaría mal, según las propias palabras del grupo), como que dichos jóvenes se apropiaran del evento y organizaran el espéctaculo. Una forma activa de conseguir la integración, darle a los jóvenes un objetivo, una ocupación aunque fuera temporal y hacer que sean y se sientan parte del engranaje del festival, como analogía del sistema y de su vida.

El objetivo principal, conseguir inculcar en los chicos una actitud cívica para que reclamen sus derechos al tiempo que cumplan con sus deberes, no se consigue de otra forma que predicando con el ejemplo. Tal y como cuenta el propio Magyd, los componentes de Zebda, como miembros de un grupo de música y por tanto personajes mediáticos en cierta forma, eran figuras que los jóvenes admiraban e imitaban. Cuando Magyd coge un trapo y se pone a limpiar el local, dos jóvenes hacen lo mismo inmediatamente. Y así, trabajando, van transmitiendo sus valores de laicidad, tolerancia y apertura sin necesidad de nociones pedagógicas.

Muchos artistas con mayor renombre y repercusión se sienten atraídos por el espíritu del festival y se acercan a participar cobrando un porcentaje reducido de su caché real. Noir Désir van más allá y actúan gratis, al igual que Manu Chao, que se presenta de incógnito.

Después de la cuarta edición, el festival cierra sus puertas. Por un lado, la envergadura del festival había crecido demasiado y se corría el riesgo de que se desbordara o bien acabara siendo organizado de una forma más rígida o mercantil, lejos del espíritu inicial que los miembros de Zebda y Vitécri querían mantener a toda costa. Las deterioradas relaciones de la asociación Vitécri con la alcaldía de Toulouse también tienen mucho que ver: ellos no quieren de ninguna manera convertirse en un ejemplo dócil para la política de la ciudad.

En 1996 llega el auténtico paso adelante para la carrera estrictamente musical del grupo: Le bruit et l'odeur, su segundo disco editado por una discográfica (Barclay).

Le bruit et l'odeur es un disco magnífico que lleva toda una declaración de intenciones en su título. La frase le bruit et l'odeur, el ruido y el olor, está tomada de un infame discurso de Chirac conocido como el discurso de Orléans. Dado el 19 de junio de 1991 ante 1.300 personas complacidas con el mismo, el discurso condensa toda una serie de tópicos sobre los inmigrantes y demuestra las posturas racistas de la derecha supuestamente moderada en Francia, la misma derecha que pretendía diferenciarse de las posturas de extrema derecha representadas por el Frente Nacional. Hasta ese momento, Jacques Chirac se había definido como una persona pluralista con una visión multiétnica y multicultural de Francia. Sin embargo, cuando en 1988 Le Pen y el FN consiguen un 14% de los votos en las elecciones presidenciales, el discurso de Chirac comienza a cambiar.

Parte del discurso de Chirac (lo estoy traduciendo yo y mi francés no es perfecto ni mucho menos, así que disculpen de antemano las simplificaciones): "Nuestro problema no son los extranjeros, sino que hay demasiados. Quizá sea verdad que no hay más extranjeros que antes de la guerra, pero no son los mismos y eso marca la diferencia. Está claro que tener a españoles, polacos y portugueses trabajando en nuestra casa no es lo mismo que tener a musulmanes y negros [...]. ¿Cómo quieren ustedes que el trabajador francés que trabaja, y su mujer también, y en conjunto ganan unos 15.000 francos y que ve al otro lado de las escaleras de su vivienda de protección oficial, apiñados, a una familia con un padre, tres o cuatro esposas y una veintena de hijos, que ganan 50.000 francos de las prestaciones sociales, ¡por supuesto sin trabajar!, si a eso le añadimos el ruido y el olor, que el trabajador no se vuelva loco? Y hay que comprenderlo porque si ustedes estuvieran allí tendrían la misma reacción. Y decir esto no es ser racista. Ya no tenemos medios para sostener el reagrupamiento familiar (una medida tomada por el gobierno del propio Chirac en 1976), y es necesario abrir el gran debate que se impone en nuestro país, que es un verdadero debate moral, para saber si es natural que los extranjeros puedan beneficiarse de la misma forma que los franceses de una solidaridad nacional en la que no participan porque ¡no pagan impuestos! [...]. Ésos que nos gobiernan tienen que tomar consciencia de que existe un problema de inmigración y si ellos no lo tratan, y sabiendo como son los socialistas, ellos no lo van a tratar si no es por la presión de la opinión pública, las cosas empeorarán y de ello se beneficiarán los que son más extremistas [...]".

Un discurso que contiene, entre tantas otras cosas, una calco de esa frase usada tan a menudo: "yo no soy racista, pero...". Y ese pero, una palabra tan simple, condensa en sus cuatro letras tanta información que se describe en un instante a la persona que la pronuncia, más que a los que tiene enfrente, y demuestra a las claras su posicionamiento ante lo diferente: "yo, que no soy racista, estoy aquí, en el lado bueno, y ellos, que son los raros, tiene esto y lo otro y lo de más allá".

Le bruit et l'odeur es, además del título, la mejor canción del disco e incluye parte de la grabación del discurso a mediados de la canción sobre la guitarra acústica de Pascal. Comienza con unos versos extraídos de una canción de Los Miserables, dejando clara la postura cercana a los ideales expresados por Victor Hugo, quien también tenía un compromiso político ciudadano, y un sampler de Concrete jungle, una canción de Bob Marley & the Wailers. El resto de la letra expresa la intención de no dejar actuar a los políticos como sus predecesores colonialistas y la frustración de saber que los inmigrantes, incluso de tercera generación, no son considerados como verdaderos ciudadanos franceses a pesar de haber nacido en el país, e incluso de haber luchado por él. También contesta con ironía a las afirmaciones de Chirac sobre que los inmigrantes no trabajan, preguntando quién construye las carreteras y los edificios. Frente al ruido que según Chirac molesta a los trabajadores franceses, ellos hablan del ruido de martillo neumático con el que trabajan los inmigrantes y que los lleva a perder capacidad auditiva.

El resto del disco, con letras de sentido parecido, guarda cierta coherencia en su sonido a pesar de la variedad de los estilos que se condensan en la música. La primera canción, Toulouse, es una descripción de su ciudad en ritmo raggamuffin y también uno de los mejores temas del disco. Mon père m'a dit también es destacable, al igual que Ma rue. La letra de esta última, la descripción de una calle del barrio, comienza diciendo "En esta calle había españoles que no osaban mostrar que eran antiguos refugiados, que habían huído de los idiotas y de los reyes". Los temas más alegres de un disco no demasiado optimista son quizá Taslima y Matabiau, que recuerda un poco a Mano Negra.

Además de la edición francesa, que tiene 17 canciones, Le bruit et l'odeur se publicó en Quebec y España (por Esan Ozenki Records) como recopilatorio que contenía parte del disco original y de L'arène des rumeurs.

*Zebda significa mantequilla en árabe y se dice beurre en francés, una palabra con una pronunciación muy similar a beur. De ahí el nombre. Sin embargo, sólo tres de sus componentes tienen procedencia árabe. Entre los otros hay dos españoles.

Recursos y bibliografía de la primera parte:
Página oficial
Página extraoficial
Artículo de la Wikipedia francesa
Artículo de la Wikipedia francesa sobre Toulouse
Artículo de la Wikipedia francesa sobre el discurso de Orléans
El malestar de les jeunes issus de l'immigration en el rap: dos canciones de Zebda, artículo de Edwin Hatton
Ponencias del coloquio Migrations des identités et des textes entre l'Algérie et la France, dans les littératures des deux rives, especialmente la titulada La France de Zebda, de Danielle Marx-Scouras
De Zebda a Motivé-e-s: une association des quartiers à la conquête du politique, artículo de Geneviève Zoïa y Laurent Visier
Le Groupe Zebda. "Je suis né lorsque j'ai compris ma différence", artículo de Maryline Huchon

Actualización - Para seguir leyendo este dossier:
Segunda parte
Tercera parte
Cuarta parte (y última)

3 comentarios:

Jermanio dijo...

Lo has bordado guapa. Publícalo también en anamujica.com que vale la pena el esfuerzo.

Un beso
Jenaro

Anónimo dijo...

Guau, no dejas de sorprenderme...

Ana Saturno dijo...

Gracias, majetes! Da gusto tener público imparcial :-D

Besos