25.6.08

variedad de miércoles que es lunes

Ayer fue San Juan en Las Palmas, fiesta local, así que hoy estoy de lunes en pleno miércoles. Lo malo es que estoy dormida, dormida, dormida y no doy para mucho, pero intentaré escribir algo coherente de todas formas.

Hoy he descubierto que empiezo a tener problemas para distinguir lo que leo y lo que escribo. Es decir, que no me acuerdo de si he hablado antes en el blog de determinadas cosas o no. Ahora, por ejemplo, he tardado más de dos horas en encontrar en el blog una foto que saqué en Barcelona cuando el Primavera y que estaba segura de haber subido ya. Y sí, la había subido, pero en una de las entradas del dossier sobre Mutantes y no en una independiente. Así me pasa que cada día cuesta más encontrar el cabo de la madeja correcta para ir deshaciendo el camino andado.

Esto viene al hilo de este artículo de Juan Freire sobre el interesante proyecto cameraMap de Medialab-Prado.

La presencia de medidas de seguridad a nuestro alrededor, aparte de ser una medida disuasoria para los "malos", puede generar una sensación de alerta ante el peligro del que supuestamente se nos está protegiendo. Por lo tanto, ¿es posible que en muchos casos la abundancia de medidas de seguridad genere un efecto contrario de inseguridad y miedo? Curiosamente, a través del miedo es más fácil conseguir un mayor control y aceptación de estas medidas por parte de los controlados.
Yo sigo en mis trece, quejándome del cerco vigilante y del cerco invasivo a los que estamos sometidos. En cuanto tenga un rato, habrá una entrada sobre el tema en otra crítica literaria.

Leo esta entrada sobre Jad Fair en Loveof74 y me vuelvo a desesperar por mis lagunas musicales en la música de determinados periodos. Tanto su nombre como el de Half Japanese me suenan terriblemente familiares, pero no soy capaz de encuadrarlos en mis recuerdos. No puedo asociarlos a ninguna canción ni momento concreto, no sé si los he escuchado antes o no. Así pues, como tantas otras veces, me dispongo a buscar material sobre ellos y empezar desde el principio. Casi siempre que he hecho algo así he acabado con una lista de discos maravillosos que quiero conseguir a toda costa... y que están descatalogados e inencontrables. La vida del ansioso omnívoro musical es dura.

Intentando aplacar esa ansiedad, he entrado en mi eterna wish list de Amazon y he borrado algunas de las cosas que tenía guardadas. Conciertos mediocres en el Primavera y el Sónar me han ayudado a tomar la decisión. Y también el convencimiento de que va a pasar bastante tiempo hasta que pueda hacer otro pedido, claro. Más o menos el que tarde mi sentido común en rendirse ante el concepto de imprescindible establecido por mi lado consumista.

A todas estas, después de cuatro días desconectada del lector de feeds, he tenido que renunciar a procesar la mayoría de las entradas pendientes sobre canciones en mp3. No puedo escucharlas todas ni acumularlas para un proceso de limpieza posterior. En algún momento hay que rendirse aunque sea un poco. A pesar de eso, hay algunas que me niego a saltarme, como las de Lito Music, por ejemplo, que además está de lo más prolífico estos días, así que de todas formas estoy escuchando una canción nueva (para mí) tras otra. Algunas de ellas son estupendas y ya estoy inaugurando la carpeta de un nuevo mix.

El lunes, por cierto, me lo pasé entero escuchando las canciones del MySpace de Chiquita y Chatarra, después de leer esta entrada de Canibalismo cósmico. Me parecieron maravillosas y ahora me pondré con el disco. Lo único malo es que creo que no se puede conseguir en CD, pero esperaré a que se hagan ultrafamosas y lo editen así también. Para los que puedan escuchar vinilo, así sí pueden comprarlo y además en una edición preciosa.

Y en el mundo lector, gracias a una edición de bolsillo de Tusquets, tengo nuevo autor policiaco al que engancharme: John Connolly, sobre todo en su serie sobre Charlie Bird Parker (sí, otro Charlie Parker). Compré Todo lo que muere en la primera de mis dos visitas Barcelona de este año y aproveché el avión de la segunda para darle un buen empujón a su lectura. No la he terminado aún, pero ya puedo asegurar que es lo suficientemente buena como para reseñarla.

Es una novela policiaca de corte clásico, escrita de forma impecable (por suerte la traducción es bastante buena y no me ha chirriado en ningún momento), tan entretenida como debe ser y con un detective de los buenos, lleno de luces, sombras y conflictos interiores. Por lo que he visto, el segundo título de la serie (El poder de las tinieblas) también está en bolsillo, así que trataré de encontrarlo hoy. Y yo feliz de tener más novelas negras para devorar.

Un apunte friki: ya descargué e instalé la versión 3 del Firefox. Por ahora he notado un aumento considerable en la velocidad, va muchísimo mejor que el otro. En el lado malo, algunos de mis complementos ya no sirven (el Add-Art sobre todo lo voy a echar de menos), aunque no creo que tarden mucho en hacerlos compatibles. Por otro lado, me he encontrado con la agradable sorpresa de que el Better GReader ya sirve con el Google Reader en español, cosa que echaba de menos, más que nada porque se me desconfiguraba todo el rato y ya no me pasará. Sólo falta que el nuevo Gmail con etiquetas de colores y tal también sirva en español.

Una última cosa que quizá necesitaría una entrada aparte para que la entendieran, y también remontarme a cuando tenía 11 años, cosa de la que los voy a librar. Ayer me dijo Jenaro que el día 26 de agosto viene Juan Luis Guerra a Gran Canaria. Algunos de sus discos, especialmente Bachata rosa y también Ojalá que llueva café, están en mi educación musical de niña y han perdurado conmigo, así que tengo nuevo concierto a la vista. Y además me hace muchísima ilusión.

¡Acompáñeme, civil, al destacamento!

1 comentario:

__ dijo...

Lito es prolífico pero tú tampoco paras y yo no doy abasto.

Al menos os leo aunque no pueda asimilar todo.

Sigo leyendo, Ignacio