26.8.08

discos: where you go i go too

God running a marathon.

Ayer leí esta entrada de Nerd Litter y supongo que era inevitable que me llamara la atención. Pocos minutos después me encontré con la crítica de Pitchfork y la inclusión de este disco en el apartado de Best new music.

Lo de Pitchfork no era una garantía de que me fuera a gustar, porque sus opiniones y las mías nunca tienen nada que ver. Ni me gusta la mayoría de lo que les gusta a ellos ni al contrario. Es como si fueran dos mundos aislados y el hecho de que coincidamos o no en nuestras apreciaciones es algo completamente aleatorio.

Sin embargo, el otro blog lo leo todos los días y suelo encontrar cosas que me parecen interesantes. Así que busqué el disco y me dispuse a escucharlo. Primero vi que tenía sólo tres canciones y lo que duraban y me dieron los siete males. Es más o menos la antítesis de lo que suelo escuchar. Pero aún así me lo puse, y me gustó tanto que desde ayer no oigo otra cosa.

Es como si la música te llevara de paseo y te fuera contando cosas durante todo el viaje, hasta que llegas a un destino que no conocías de antemano y te das cuenta de que quizá no hayas estado allí antes, pero lo habías soñado.

No sé explicarlo mejor.

3 comentarios:

anhh dijo...

Este disco desde que comencé a escucharlo me resultó un tanto problemático, porque resulta demasiado fácil reírse de él, mencionar a Moroder, los Tangerine Dream menos experimentales, Manuel Gottsching, las odiseas prog, el cosmic rock, etcétera, comentar el fetichismo por la época y como esta pasión por esos sonidos es un rechazo frontal ha todo lo que ha pasado en la música desde entonces o como este tipo de discos así como una nostalgia conservadora que idealiza un pasado para tratar de huir de los problemas del presente y todo lo demás, hasta resultar uno incluso más abiertamente ideológico y cerrado de mollera que aquello que se supone se está criticando, que además ni siquiera funciona como un pastiche post-moderno y en el que se nota todo el cariño que hay puesto en la ejecución o en la composición. Así que simplemente voy de una a otra posición y convierte la “experiencia” de la escucha en algo incomodo donde esta es lo de menos. Supongo que tendré que lo dejaré reposar y lo intentaré dentro de unos meses por si se me quitan los humos de la cabeza. Vamos, que sí, que resulta un tanto difícil hablar de este disco.

Ana Saturno dijo...

Entonces igual yo sí lo disfruto precisamente por no haber oído ninguna de las cosas que nombras. ;-)

Es una de las ventajas de tener un bagaje de escuchas musicales limitado en muchos campos. El caso es que a mí sí que me gusta el disco. Últimamente además escucho muchas cosas que hace un año o seis meses ni hubiera pensado en poner. Me vienen muy bien para estar trabajando a la vez, aunque al final muchas han acabado gustándome independientemente de la situación en que las oiga.

Saludos

Iván Conte dijo...

A mí me llaman la atención las referencias que usan lo suficiente como para darle una oportunidad, aunque reconozco que tendré muy en cuenta lo que dice anhh, que es muy interesante. Me pongo a buscarlo y ya os cuento más tarde.