Bueno, en realidad queda 1, porque nos vamos mañana, pero no creo que vayamos a los conciertos hasta el jueves. Hoy no he tenido tiempo de buscar ningún vídeo, así que no hay. También estaba saturando el blog de mucho youtube sin comentarios, así que casi es mejor que pare.
Tengo la intención (lo cual no quiere decir gran cosa, claro) de hacer un mix con los grupos que vea. Esta vez, al revés que el año pasado en el FIB, el mix será a posteriori. Tampoco creo que haga tantos, sólo uno y no muy largo. También quiero escribir una especie de cuaderno de bitácora del viaje, aunque sólo sea por entrenarme un poco en la escritura espontánea y por ejercitar la mano derecha, que la pobre ya sólo sabe teclear y hacer clic en el ratón.
Por lo demás, tengo la maleta sin hacer, la ropa sin planchar y un partido de baloncesto que ver en la tele esta tarde. El Granca juega el 5º en Badalona y aunque mis esperanzas de victoria son nulas, no me resisto a ponerme un rato delante de la tele mientras conjuro a Némesis para que se nos aparezca.
Los Latidos se queda huerfanito hasta el lunes, porque en Barcelona no pienso mirar a ningún ordenador a la cara.
Feliz semana a todos. Nos vemos a la vuelta.
Bonde Do Role - Solta o frango
O mejor dicho, feliz, feliz, feliz.
Por primera vez en mi vida he podido votar en una urna (bueno, en tres) y no en una ventanilla de la oficina de Correos. La noche del domingo, después de ir a dar una vueltilla con una amigo, llegamos a casa para descubrir que en esta ciudad por fin se le ha dado la vuelta a la tortilla. Ahora sólo queda esperar que las cosas vayan mejorando. Por lo menos la actitud va a ser distinta, y eso por aquí hacía mucha falta.
En otro orden de cosas, este domingo vivimos el partido más emocionante de toda nuestra historia de aficionados del Granca. Estuvimos al borde del infarto casi todo el rato, pero el colmo fue el final del cuarto cuarto: con el reloj a 0:00 y dos puntos por debajo de esos marrulleros del DKV, los arbitros tuvieron un lapsus con respecto al resto del partido y nos pitaron una falta a favor. Savané, el jugador estrella del Granca en la pasada temporada y que este año ha estado más bien en horas bajas, tenía en su mano empatar el partido e ir a la prórroga. Pero los tiros libres no son su fuerte precisamente. Yo no quise ni mirar. El rugido de la gente me avisó en cada uno de que había conseguido meterlos.
Y en la prórroga, más de lo mismo. Ganando de un punto, otro de nuestros jugadores con dificultades en los tiros, Kornel David, podía ponernos a tres, y lo hizo. Sólo quedaban diez segundos y los jugadores optaron por defender la posesión contraria. Menos mal que Paco Vázquez falló el triple y conseguimos coger el rebote.
En fin, para los que no sepan de qué va la cosa, les cuento que el Gran Canaria había perdido los dos primeros partidos de los play-off. Nos estamos enfrentando en los cuartos de final con el DKV Joventut, y hasta ahora, en toda la historia del club, nunca habíamos ganado más de un partido en los play-off, hace dos temporadas. Este fin de semana, primero el viernes en Badalona, y luego aquí el domingo, nuestro equipo consiguió remontar y ponerse 2-2 en la eliminatoria. Mañana se decide todo en casa de ellos, pero nosotros al menos ya hemos tenido nuestro pequeño momento de gloria. Y de qué manera.
Billy Bragg: The boy done good.
Otro concierto imprescindible para la próxima semana.
...y aunque yo no sea quien para decirlo, por favor, este domingo, vayan y voten.
Ya sé, yo también estoy harta, hastiada, cansada, quemada, asqueada, desesperada, enfadada, cabreada, agotada, desilusionada y un montón de cosas más. Pero voy a ir y voy a votar. Porque cuando, a partir del domingo, patalee, me queje y gruña, por lo menos me quedará pensar: "yo lo intenté" y podré mirar cara a cara a mi conciencia.
Y ya.
Girls Against Boys: (I) Don't got a place
Todos los vídeos que estoy poniendo son de grupos que tengo la intención de ver, excepto el de Fujiya y Miyagi, que lo puse porque es una obra de orfebrería digna de admirar, pero no voy a poder verlos (incompatibilidad de horarios y tal). Éste, sin embargo, no es una cuestión de intenciones. Es uno de los imprescindibles.
The White Stripes: The hardest button to button
Y acaban de salir los horarios. Estoy tan nerviosa como un niño el primer día de colegio. Ojalá cuadrara todo bien...
Sonic Youth: Teenage riot.
Llegó el cuarto mix del año. Es un poco raro, que conste, todavía no entiendo como he podido juntar estos grupos en un sólo mix, pero en fin, aquí está. Espero que les guste.
Las canciones:
1. Inq - I hate the songs about people missing trains
2. Love Of Lesbian - Dios por dios es cuatro
3. Luke Toms - Crazy
4. Gentleman Auction House - A hospital or heaven
5. Air Traffic - Just abuse me
6. Sloan - Before the end of the race
7. The Dead 60s - Riot Radio
8. !!! - Must be the moon
9. New Young Pony Club - The bomb
10. Muscles - Ice cream
11. The Pigeon Detectives - Don't know how to say goodbye
12. Buceo invisible - Domingo
Y el mix, aquí.
Por cierto, usé por primera vez Sharebee para subirlo. Creo que funciona bien.
Fujiya & Miyagi: Ankle injuries.
Me acaba de llegar un correo de Limbo Starr que reproduzco a continuación:
"Jonston se "ha colado" en el Top 20 Música del 20 minutos.
Vótale y ayúdale a subir!!"
Después de leerlo me metí en la página y descubrí que en el primer lugar, con bastante diferencia de votos, están The Corrs con Bono, y en el segundo, Marea.
Uf. Voté corriendo, pero no sé si va a servir de mucho, así que ya saben, podrían pasarse por allí y pinchar en votar, que se hace rápido, y lo mismo conseguimos que suba.
Por cierto, que le regalé el disco a Jenaro por su cumple. Lo pedí directamente a Limbo Starr, porque ya en Navidad le había pedido otra cosa y me habían atendido de maravilla. Lo mandaron puntuales, como esperaba, y se lo pude dar el día en cuestión. Igualito, igualito que el año pasado, cuando pedí el de Love of Lesbian a la Fnac y no se lo pude regalar hasta dos meses más tarde. Cosas de la ultraperiferia.
El vídeo de "El controlador de la hora" está aquí.
No era la entrada que pensaba escribir, pero estos dos artículos me han gustado mucho y tocan temas sobre los que he reflexionado a menudo, así que aquí les pongo los enlaces. Y además aprovecho para probar una extensión de Firefox que se llama ScribeFire y todavía no sé si me va a ser útil o no. Aunque con lo lenta que es la página de edición de blogger, seguro que sí.
El primero, de Arturo Pérez-Reverte en la revista XL Semanal. Las dos últimas palabras, por cierto, hay que leerlas con el chip de la ironía en modo encendido y además, me vienen perfectas para enlazar este otro genial artículo de hace unos meses.
El segundo, de El guionista hastiado, que va en la misma línea que el otro y también me ha parecido espléndido. No he podido ver los vídeos, eso sí, los veré esta noche.
Actualización: pues no, no me es útil. No me respeta el interlineado y el "Powered by ScribeFire" que aparece al final de la entrada me quema, así que vuelvo al método tradicional.
Una de las cosas que no soporto de los adolescentes es su empeño en reírse de los locos. Cada vez que un grupito de esas hormonas andantes se cruza con un loco, las risas se pueden oír en toda la calle, acompañadas por caras y gestos de lo más estrepitoso, como si ver a alguien hablando solo fuera el colmo de la diversión. En Las Palmas estos encuentros se dan a menudo, porque tenemos mucho de las dos cosas. Muchos adolescentes, supongo que como en todas partes, aunque aquí son del género ruidoso. Y muchos locos también.
Al principio no te das cuenta de que son tantos. Para el viajero que está de paso en la ciudad, o incluso para una familia que sólo pase aquí quince días de sus vacaciones, los locos son sólo dos o tres personajes pintorescos que se llevarán de recuerdo como una estampa más en el álbum de sus vacaciones. Durante años, la familia que vuelve sonrosada y feliz de la playa recordará en el frío de sus inviernos a aquella pobre mujer que recorría todo el paseo marítimo dando patadas a la cabeza de un muñeco pelón como si fuera un balón de reglamento, obcecada en marcarse goles a sí misma y radiarlos para el resto de los paseantes. No dirán, al contar su anécdotas del verano, que ella era una de tantos, sino, más bien, la única que ponía una nota de color a la normalidad del resto de los viandantes.
Es posible que no se trate de la futbolista sexagenaria, sino de la reencarnación de Toro Sentado que se pasea con la cara pintada como los arapahoes y media docena de relojes colgando del cuello. Da lo mismo. Que sea uno u otro loco es algo indiferente. Lo realmente importante es la cualidad de único que tienen en los recuerdos de los viajeros.
Sin embargo, cuando uno lleva un mes viviendo aquí comienza a descubrir que los locos no son ni uno ni dos, sino que se pueden contar por decenas. Ese día, cuando uno se da cuenta de eso, lo primero que hace a continuación es preguntarse por qué. "Será el viento", piensan unos. "Es por el clima", dicen otros. Pero ninguna de las posibles respuestas llega a ser satisfactoria, y la duda va reconcomiendo por dentro al habitante observador de su entorno.
Al cabo de unos meses, ya acostumbrado a la vida en esta ciudad, uno conoce a todos los locos por su aspecto y la zona por la que se desenvuelven a diario. A veces incluso sabe su nombre. Es entonces cuando una nueva idea se va abriendo camino en nuestro interior: en realidad no hay tantos. Aún siendo una cantidad considerable, lo cierto es que son siempre los mismos. Y aunque esa idea no llega a tranquilizarnos del todo, sí reconforta un poco. Yo, por ejemplo, suelo pensar y decir que aquí no hay un porcentaje de locos mayor que el del resto de las ciudades, pero que los vemos más porque el clima hace que puedan estar siempre en la calle y por eso nos parecen muchos. Y aunque lo afirmo con convicción y de buena fe, en el fondo sé que sólo es una elucubración por mi parte y que jamás podré saber con certeza si nuestros locos son muchos o pocos. Lo que sí son, en su mayor parte, es inofensivos.
No sé si los adolescentes se dan cuenta de la cantidad de locos que puede haber a su alrededor. Me imagino que no, porque en ese caso ya se habrían acostumbrado a ellos y no celebrarían con tanto alboroto encontrárselos por la calle. A mí, sin embargo, no me producen sorpresa ni siento ganas de reírme al verlos. Algunos me inspiran simpatía y la mayoría me dan un poco de pena. En el fondo, también me dan miedo. No de lo que puedan hacer o decir, sino miedo a lo que representan: lo fácil que es perder el cabo del hilo que nos mantiene sujetos a la cordura.
Estoy escuchando el disco nuevo de Fernando Alfaro y los Alienistas, gracias a que lo han puesto enterito a disposición de todo el mundo en su Myspace. El enlace para la descarga está en esta entrada del blog. El disco está muy bien, como los mejores de Chucho.
En fin. Estaba más o menos contenta al empezar a escribir, pero me dieron una mala noticia cuando estaba a mitad de la entrada y creo que mejor lo dejo aquí. La portada del disco, por cierto, me gusta mucho, pero no la encuentro por ningún sitio para ponerla. La verán en el Myspace, de todas formas.
«Sur ce sentiment inconnu, dont l'ennui, la douceur m'obsèdent, j'hésite à apposer le nom, le beau nom grave de tristesse.»
Françoise Sagan - Bonjour tristesse
La melancolía es un sentimiento que me exaspera. Por un lado, no lo entiendo; y por otro, creo que no me lo puedo permitir, como persona razonablemente feliz que soy. Por suerte, la mayor parte de las veces puedo controlar la tristeza. Cuando noto ese cierto estremecimiento que precede a la angustia, me basta con sacudir un poco el cuerpo y me libero de las malas sensaciones como si fueran pelusa. Y si no funciona, algún que otro pensamiento de filosofía barata o un chiste malo y salgo adelante enseguida.
Sin embargo, hay veces que la tristeza y la melancolía se vuelven más pegajosas que de costumbre. De simples animalillos que se asoman asustados a la puerta de su madriguera, se convierten en enemigos de colmillos afilados que envían emisarios a tirar piedras contra las ventanas del castillo antes del asalto final. Si las piedras te cogen por sorpresa, te puedes encontrar de pronto con que la fase de estremecimento ha pasado sin que pudieras reaccionar con un sacudido y algún chascarrillo de oficina en voz alta, y ahora tienes la desazón agarrada a las paredes de tu estómago y negándose a marchar. Lo peor no es que hayan ganado el asalto. Lo peor es que le cojas el gusto a ser la víctima y vuelvas a llamarlos al día siguiente para que vayan a tomar un chocolate con churros.
Y eso es lo que me pasa con el disco nuevo de Love of Lesbian. Casi todas las canciones me ponen triste sin tener ningún motivo. Igual que me pasa con The Clientele o con Soda Stereo, sus canciones me llevan a la melancolía inevitablemente. Ya me pasaba con el anterior, y con éste lo estoy confirmando. Desde la primera canción hasta la quinta me entran ganas de meterme debajo de la cama y no salir más de lo triste que me pongo. Menos mal que luego llega Shiwa y tarareo Shiwa, shiwa, shiwa, shiwa y así se me pasa. Y después me río de lo lindo con Dios por dios es cuatro y ya casi no me acuerdo de la congoja que me producían las primeras canciones.
Y así, claro, al día siguiente llego a la oficina con el mono y lo único que quiero es volver a escuchar el disco y me lo pongo y noto de nuevo un estremecimiento y todo vuelve a empezar. Que, a todo esto, el disco es genial.
Lo que está claro que no es tan buena idea es poner el nuevo de La Habitación Roja justo a continuación. Una puede ser blandita, pero masoca jamás.
Voy a ponerme un rato a los Teddybears. He dicho.
Después del grandioso Maniobras de escapismo, ya está publicado el disco nuevo de Love of Lesbian, Cuentos chinos para niños del Japón.
Y va a ser mi disco de escucha esta tarde. Ya les contaré. ¡Qué ganas!
Mi segundo disco de la tarde, después de pasar un rato con los remixes de MSTRKRFT.
Inexplicablemente, el Blue Cathedral me gustó bastante y fui capaz de escucharlo hasta el final (no se rían, que mirando la duración de las canciones y sabiendo que a los 3 minutos yo me suelo cansar, no era algo tan fácil de hacer). Creo que necesito escucharlo un par de veces más para terminar de cogerle el tranquillo del todo, pero por lo pronto estoy muy contenta con mis progresos.
Y ahora estoy con Polytechnic, unos ingleses que en un principio me asustaban un poco: es el primer disco que sacan y hay tanta saturación últimamente en internet de cierto tipo de música pop que pensaba que iban a ser más de lo mismo. Pero la verdad es que el disco me está sorprendiendo por lo mucho que me va gustando hasta el momento, y porque no es el tipo de música que yo pensaba que era. Creo que pondré una canción en el próximo mix de Los Latidos. Para una crítica seria, ya saben que no es lo mío, pueden leer la de Obscure Sound.
Como me siento valiente, hoy he decidido escuchar alguno de esos discos que considero difíciles para mí. Estoy empezando por el de la foto, Blue Cathedral, de Comets on Fire. Rock californiano del 2004 para el Primavera y para mi tarde de lunes.
Nunca he ido a un festival en el que tantos grupos fueran a tocar un único disco. Si todos son como el Daydream Nation, desde luego que esos conciertos van a ser dignos de ver.
Cierta persona que escribe en este blog cumple hoy 30 añitos de nada. ¡Y no soy yo!
¡MUCHAS FELICIDADES, JENARO!
Y que cumplas muchos, muchos más.
Mini-regalo: All along the watchtower / Best of you, Prince en la Superbowl.
Acabo de leer esta entrada del blog de Puño y no me ha gustado nada lo que cuenta. Esta foto, del primer artículo de El País que enlaza la entrada, me pone los pelos de punta.
Por si quieren ir directamente a los artículos:
Primer día.
Segundo día.
No entiendo lo que ha pasado, así que me tengo que conformar con lo que cuentan los artículos. Pero no me gusta.
Viva Malasaña.
No sigan leyendo si no tienen intención de ver Eurovisión este año, o si no lo han visto nunca. No vale la pena. Esta entrada es sólo para sufridores del concurso más bochornoso y a la vez adictivo del año.
Vagabundeando por internet llegué a este análisis de todos y cada uno de los participantes en Eurovisión de este año. Todavía falta el top 10, es decir, las canciones más o menos pasables, pero me estoy riendo tanto con el resto que no me resisto a enlazar ya las dos primeras partes. Eso sí, es muy, muy largo.
Primera parte (bazofia sin remedio)
Segunda parte (un poco menos malos)
Con lo que no estoy de acuerdo es con no haber visto a España entre la bazofia sin remedio, pero qué le vamos a hacer, esperaré al top 10 para leer las razones de que no estén ahí.
La semifinal es el día 10, es decir, la semana que viene. Y la final, el 12. Mi voto, de lo más objetivo porque no he escuchado a ningún otro participante, y una vez que está claro que Morrissey no va a ir y Nacho Vegas tampoco, es para The Ark, como ya saben.
