Entradas bonitas (y 1)
Cuando escuchamos y predicamos que Internet ha revolucionado nuestras vidas solemos aprobar la sentencia con la satisfacción de haber contribuido, aunque sea un poco, a que cada vez la vida sea más cómoda, o a que todo esté mucho más cerca a través de esa ventana que es la red de redes.
No nos paramos a pensar que Internet es también una herramienta perfecta para aquellos cuya misión de vida es regularizar a la raza humana y dejar cada vez menos cabida al pensamiento libre o a la acción que escapa a patrones establecidos, precisamente, por aquellos normalizadores.
Si queréis saber lo que un servidor piensa sobre otra de las herramientas que se utilizan para hacernos cada vez más grises y dejarnos menos libertad de acción podéis leer, aunque no es del todo recomendable, la entrada que escribí sobre la proliferación de centros comerciales y su papel de nuevos templos.
Yendo a algo mucho más trivial y mundano, una de las consecuencias de la proliferación de servicios sobre Internet ha sido la estandarización bancaria de las entradas de los conciertos. (Ahora es cuando estáis pensando:
<< ¡¡¡joder, y para esto se suelta este rollo!!!>>
pues sí, el que se lo esté preguntando es que no me conoce y no sabe lo que me enrollo).
La mayoría de las entradas de los conciertos las compras actualmente a través de alguna de las páginas de Internet al uso o, como mucho, te acercas al primer servicaixa que encuentras para sacarlas relativamente pronto. Lo que hemos conseguido es que las entradas sean feas como el demonio, nada de portadas del disco que vienen a presentar los grupos, nada de pequeños y bellos recuerdos de buenos momentos. Nada de eso queda ya. A no ser que vivas en Madrid y puedas ir a comprar las entradas a Escridiscos o puedas reservarlas en la promotora y recogerlas en la puerta, con la consiguiente cola y malas caras de aquellos que piensan que te estás colando. Lo que tenemos ahora son papeles amarillos con la imagen corporativa de algún banco o caja de ahorros, que por otro lado son los dueños del país, no podemos quejarnos pues, y unas cuantas letras en las que se informa a los que saben leer de que el concierto es tal día a tal hora.
Sirva este pequeño homenaje por las entradas antiguas y bonitas y sirva también este homenaje para cagarnos en el que inventó la venta de entradas feas por Internet. Por aquel cabronazo que no fue capaz de crear una aplicación que imprima entradas más bonitas, por aquel puto vago que cuando estaba programando en java o en c++ la maquetación de la entrada no pensó en capturar una imagen para adjuntar al documento archiprotegido contra copia. Por él y por su madre pienso hacer unas cuantas entradas en este blog enseñando algunas de las entradas más chulas que he coleccionado durante años. Espero vuestra participación.
La primera, por la alegría que me dieron los organizadores del Primavera Sound, es esta entrada que cada vez que miro me recuerda a buenos amigos, y, sobre todo, a Tania Durán, que me obligó a ir a cambio de perdonarme por alguna salida de tono mía. Menudo castigo.
Por los amigos, las entradas bonitas y los buenos conciertos.
Un abrazo.
2 comentarios:
me gustó tu post...pensaba que era el unico al que lo de las estradas por internet nole gustaba nada de nada..pero si no me saco las del cine los domingos y la mitad de las veces me quedo fuera..
Coño, gracias por el comentario.
Menos mal que nos gusta tanto tu blog que hasta te tenemos recomendado. Acabo de enterarme de que si dejo un comentario cuando estoy registrado pueden "seguirme" por la red.
Lo dicho, un saludo y sigue haciendo ese blog tan interesante que visitamos casi todos los días.
Ya me contarás si escuchaste algo de Os Mutantes.
Jermanio
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