Como en las películas
Hace un par de horas me llamó mi madre desde el aeropuerto de Fuerteventura. Va todas las semanas a dar un curso, llega el miércoles y vuelve el jueves. En teoría, claro, porque luego las cosas no son tan sencillas.
La semana pasada (que era la primera que iban) a un avión de Hapag-Lloyd que iba a despegar del aeropuerto de Fuerteventura le explotó una rueda y suspendieron todos los vuelos porque se quedó enmedio de la pista y tenían que vaciarle el combustible antes de poder moverlo. Aena no les dio ningún tipo de garantía y ella y los otros dos profesores de la Universidad que habían ido a dar el curso se tuvieron que buscar la vida para pasar la noche en un hotel. Al día siguiente por fin pudieron volar, a las diez de la mañana, tras poner las pertinentes reclamaciones.
Hoy la cosa ha sido un poco más delirante. Cuando llegaron al aeropuerto les dijeron que no podían volar porque el aeropuerto de Gran Canaria estaba cerrado y no sabían por qué. Las azafatas de tierra llamaban aquí y sólo les decían que era una situación de emergencia, pero no lo que pasaba. Cuando mi madre me llamó, me conecté a Internet y pude leer la noticia. Un vuelo de Air Mauritania había sido secuestrado y había aterrizado aquí, en Gran Canaria. Al principio, es lo único que sabíamos. Después fuimos enterándonos de más cosas, como que había un secuestrador que quería llevar el avión a Francia, pero que los pasajeros consiguieron reducirlo y recuperar el destino inicial del avión, que era esta isla. También nos enteramos de que el avión había aterrizado en realidad en la Base Aérea, justo al lado del aeropuerto comercial, y de que ya habían sacado a todos los pasajeros ilesos y habían detenido al secuestrador, que llevaba dos pistolas.
Entonces mi madre empezó a abrigar esperanzas de volver hoy, aunque no muchas porque el problema es que el aeropuerto de Fuerteventura cierra por la noche a una hora determinada (creo que las once), y si el tráfico en Gando, que es como se llama el aeropuerto de Gran Canaria, no se restauraba pronto, iban a tener que pasar la noche de nuevo allí. Por suerte, hace media hora me llamó de nuevo para decirme que ya embarcaba.
¿Se acuerdan de cuando estas cosas sólo pasaban en las películas?
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