21.11.06

vuelta al mar

Después de mis mini mini vacaciones ya estoy de vuelta en Las Palmas.

Madrid me recibió con sol y suficiente poco frío, aunque también hubo lluvia para que no creyera que todo iba a ser perfecto. Porque todo lo demás lo fue. Paseé por esas calles que tanto me gustan, cogí autobuses rojos en lugar de guaguas amarillas, disfruté de un picnic de lujo con Jenaro en el Retiro y pude ver a mucha de la gente que echo de menos aquí. Esta vez me tocó sobre todo ver a mis amigas del Isabel de España, pero también pude ver a algunos de mis colisteros preferidos y a algunos amigos con blog. Cerramos bares a las cinco de la mañana y nos recogimos prudentemente a las cinco y media de la tarde. De todo hubo. Incluso reunión de hermanos canariones en la capital del reino (que no del imperio, que ésa es otra).

Y ahora ya estoy aquí. Las Palmas me recibió con calima, pero hoy ya se está quitando, afortunadamente, y uno puede llevar jersey por la noche y rebeca o chaqueta durante el día. También me recibió con una fiesta sorpresa en el Rooming que fue sorpresa de verdad y me tiene todavía sonriendo a todas horas. Por mi cumple tuve regalos, llamadas, mensajes, tartas (esta foto la cogí prestada de esta entrada de ¿Qué decir?, un blog con fotos muy chulas de Gran Canaria, y sí, es de verdad de las tartas que tuve: una Mozart en el Rooming y una de trufa en casa de mis padres, las dos de Guirlache, las mejores de Las Palmas), y hasta champán.

Después de mi cumple, tuve un partido de baloncesto apoteósico en el que ganó el Granca gracias a un último cuarto increíble de Mario Fernández y a nosotros, el público, que no dejamos de gritar y aplaudir ni un solo segundo. Esto lo digo yo, claro. Este partido, contra el Vive Menorca, y el de la semana pasada, contra el Pamesa Valencia, son por ahora los mejores que ha hecho el equipo. Lo malo es que el próximo es contra el Real Madrid, que no ha perdido un sólo partido de liga este año. Y que tiene algunos fervientes seguidores cuyos nombres empiezan todos por J y con los que creo que voy a preferir no hablar del partido. :-D

Y luego la vuelta al trabajo, claro. No todo podía ser perfecto. De todas formas, estoy contenta. Supongo que se nota. Creo que es posible que la suerte esté empezando a cambiar ahora que por fin queda poco para terminar el 2006 y que llegue el nuevo año con nuevos aires.

Y eso es todo lo que voy a decir del 2007 por ahora, que me tienen quemada entre las tiendas y la gente con tanto anticipar la Navidad. Por cierto, ¿se acuerdan de esto? Pues este año lo han puesto dos semanas antes. Menos mal que ya no vivo allí.

Fin del resumen de esta semana. En breve volveremos a la emisión habitual de este programa.

2 comentarios:

Jermanio dijo...

pero qué fuerte!!
Quita esa foto de tu hermano, que como se entere te va a dar una colleja y con razón.

Quiero dejar claro que Diego, el hermano, tiene cuello.

En cuanto a lo de la capital del Imperio, un 10.

Jenaro

Anónimo dijo...

Felicidades más que atrasadas.
Gracias por la referencia a mi blog, contento de que te gustase.
Un saludo.