3.5.06

a veces pasa

Últimamente escucho un buen puñado de canciones nuevas al día, que bajo de los blogs de mp3 que suelo consultar.

La mayoría de ellas acaban desapareciendo de mis recuerdos y de mi disco duro sin dolor: son todas las que no me hacen ni pestañear después de la primera escucha. Algunas son incluso tan molestas que las elimino antes de llegar a escucharlas del todo.

Otras, sin embargo, me hacen experimentar un cierto placer auditivo y entonces decido darles una segunda oportunidad. Algunas de ellas llevan cinco o seis escuchas y las sigo conservando. No sé si resistirán el día de la limpieza a fondo, si se convertirán en el motivo de compra de algún disco o si acabarán en la carpeta de canciones variadas para siempre. Esta última opción no suele ser buena: pocas veces vuelvo a escuchar alguna de esas canciones, a excepción de las pocas rarezas que conservo (versiones de otros grupos, canciones en directo o caras B).

Pero existe otro grupo pequeño de canciones, en realidad casi diminuto, que son las que hacen que valga la pena todo este trasteo. Son aquellas canciones que me hacen saltar de la silla a la primera escucha, que vuelvo a poner nada más terminar de oírlas por primera vez, y luego vuelvo a ponerlas y vuelvo a ponerlas y vuelvo a ponerlas. Son las canciones que hacen que de pronto no pueda vivir sin los discos que las contienen. Son aquellas que me hace lanzarme a descubrir por qué demonios nunca antes había oído hablar de ese grupo, o alegrarme hasta el infinito de que sigan saliendo grupos nuevos con ideas frescas. Son las canciones que hacen saltar mis resortes.

La última con la que he experimentado esta sensación llegó a mis manos la semana pasada. Se llama Crazy y es muy probable que ustedes ya la hayan escuchado. El grupo, Gnarls Barkley, son dos personajes que están haciéndose los escurridizos en internet. En su página web casi no hay información sobre ellos, creo que más por una cuestión de marketing que por otra cosa. Además, debe de haber algún motivo por el que mucha gente no se está atreviendo a poner sus canciones. Pero yo les dejo aquí Crazy y en una semana borraré el archivo. Porque, si no lo han hecho ya, vale la pena que la escuchen, y mejor a todo volumen.

La canción está aquí.

Y, además, de regalo, este vídeo de su actuación en el Top of the Pops que tiene una versión más lenta, pero que pone los pelos de punta. Al principio, cuando empecé a verlo, pensé "qué versión más ñoña". Pero antes de la mitad ya había cambiado de opinión.

3 comentarios:

szociofoto dijo...

yo me quedo con la lenta.

Ana Saturno dijo...

Yo es que ya le tenía cogido el tranquillo a la otra, pero reconozco que la actuación mola. Toda la parafernalia que llevan se sale.

¡Besos!

szociofoto dijo...

impagable el tio del organo...
y el que haya hecho el casting para las violinistas...