limpieza

Después de muchos meses, hoy he decidido limpiar la carpeta donde guardo las canciones sueltas que voy bajando de internet. Hace unos meses el tamaño estaba más o menos controlado, pero últimamente ya empezaba a darme miedo.

Cada canción tiene tres caminos posibles: unirse al próximo mix de Los Latidos, acabar en la carpeta del 2007 (es decir, que no me vuelve loca, pero tiene algo que hace que quiera seguir guardándola) o ir directamente a la papelera de reciclaje.

Lo ideal sería que sólo se dieran las opciones 1 y 3, pero la 2 siempre termina apareciendo unas cuantas veces. Y eso es malo. Por un lado, porque la carpeta del 2007 se puede convertir en lo mismo que la carpeta temporal, un almacén de mediocridades interesantes con alguna que otra joya escondida. Y por otro, porque las canciones con las que dudo siempre termino escuchándolas muchas más veces que las otras, hasta que decido qué hacer con ellas, y eso significa que paso el tiempo escuchando más música que no me convence que música que me entusiasme.

Excepto, claro, esas canciones que me absorben durante varios días y que pongo una y otra vez, sin parar.

Y más o menos esto resume uno de mis problemas con Last.fm, que era algo que tenía pendiente para una entrada que nunca escribí. Sólo lo tengo activado en el ordenador donde escucho música nueva, y eso significa que mis gustos reales pueden ser muy distintos de lo que aparece en mi perfil. Un disco de Pulp nunca va a aparecer en mis listas de reproducción porque los escucho en casa en CD. Como la mayoría de las cosas, claro.

En fin, que se preparen para una avalancha de mixes dentro de poco, porque algo tengo que hacer con tanta canción.

Y, por cierto, al final la lentitud del Winamp me acabó desesperando y lo desinstalé. Probé con el iTunes, pero me desesperó el corporativismo (eso de no poder buscar una carátula sin conectarme a la tienda y no poder conectarme a la tienda sin crearme un perfil con tarjetas de crédito incluidas me dio muchísima rabia). Y ahora estoy probando el Foobar2000, del que había oído hablar muy bien, pero reconozco que tampoco me está entusiasmando, sobre todo porque va muy lento también. Algo he debido hacer mal, o yo qué sé.