locuras de verano (i)
Una tarde fuimos a caminar vestidos con nuestros mejores atuendos deportivos. Pero antes, por circunstancias laborales, acabamos enfrente del Daily Price.
Y entramos.
Y salimos.
Con 28 discos más en nuestro haber, dos horas más tarde. Entre ellos, muchos clásicos que no teníamos, disparates transitorios y viejos conocidos en cassette recuperados en formato CD.
Volvimos caminando a casa bajo una finísima lluvia. Como penitencia.
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