La vuelta
Los latidos de siempre
Romper con todo fue el primer amor
Que poco a poco se quedó sin voz
Y aquel camino seguro al sol
También se irá ocultando por...
Los latidos de siempre
Y sin pensar aquel tiempo pasó
Busqué el momento y siento que llegó
Y aquel camino seguro al sol
También se va ocultando por...
Los latidos de siempre
Y sin pensar aquel tiempo pasó
Busqué el momento y siento que llegó
Y aquel camino seguro al sol
También se va ocultando por...
Los latidos de siempre
Pensaba haber empezado a hablar de mi vuelta a Las Palmas. De mi primer día de trabajo. Del mar que veo cuando entro y salgo de la oficina. De que las arvejas de la cena estaban buenas a pesar de lo poco que me gustan los guisantes. Éstas, y algunas cosas más, resumen lo bueno de haber vuelto. No son las más importantes, claro, pero son un ejemplo. De las cosas malas, que hay menos, la principal es lo mucho, mucho, muchísimo que echo de menos a Jenaro. Y por eso al final, en lugar de empezar este diario contando cómo ha sido mi vuelta, he acabado copiando la canción de Los Hermanos Dalton que le da título. Porque es triste y bonita, más o menos como los sentimientos que tengo hoy.
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