El otro día, en #1 Hits from Another Planet, que es uno de los blogs que leo habitualmente, se publicó una entrada bajo el título "The 2007 Mid-Year Report: The 10 albums you MUST own". Por lo general, intento leer blogs que recomienden una cierta variedad de discos y no todos a la vez el último de White Stripes o de Interpol, por mucho que me gusten estos grupos. Sin embargo, al leer esta entrada acabé con una especie de shock, porque uno de los discos recomendados era el de Dover.
Para empezar, el blog lo hace alguien que vive en Washington, o eso creo, porque sólo los yankies son tan imperialistas como para poner su dirección y no añadir de qué país se trata. Así que supongo que el lacónico WA de la dirección quiere decir Washington. Pero, a pesar de ser un blog estadounidense, la mayoría de los discos que recomienda son europeos, exceptuando el de Rufus Wainwright. También hay que tener en cuenta que yo no elegiría ninguno de ellos, excepto quizá el de Patrick Wolf y el de Mika, aunque empiezo a hartarme ya de este chico con tanto que está sonando últimamente y casi diría que ya sólo puedo escuchar Relax sin que me den ganas de tirar la radio o algo por la ventana.
Bueno, el caso es que aún así, ver a Dover entre esos discos me dejó bastante impresionada. Por un lado, porque me resulta rarísimo ver un grupo español reseñado en un blog de fuera de España. Y por otro, porque ellos ahora mismo me parecen poco menos que abominables.
Como en el blog había una canción de cada disco recomendado, las bajé y las escuché todas, Dover incluído. Pensé que quizá sería mejor que el single con el que nos han machacado aquí todas las radios, y subí el volumen de mi Winamp con ánimo esperanzado. Pero la paré antes de que terminara, incluso antes de la mitad. Me pareció horrorosa.
Después de eso, me quedé con una sensación extraña hacia el blog en cuestión. A pesar de que si está en mi Bloglines es porque alguna vez he encontrado algo interesante que no encontraba en otro sitio, ahora cuando lo abro por las mañanas no puedo evitar mirarlo con cara de asombro y decirle "¿Dover?".
Este episodio tan absurdo representa para mí uno de los miedos que tengo a menudo cuando me bajo canciones nuevas para escucharlas. Muchas veces he pensado "a saber qué demonios me estaré bajando aquí", y me he puesto a buscar información del grupo en internet para ver si más o menos eran de fiar. No me entiendan mal, ya saben que no tengo reparo en admitir que me gustan muchas cosas "poco ortodoxas", por llamarlas de alguna manera. Creo que nunca he sentido vergüenza por las canciones que me gustan y aquí lo he demostrado. Pero cuando escucho una horterada, me gusta saber que lo es, y a veces eso no lo determina sólo la música.
Otro ejemplo: alguna vez he visto puro reggaeton recomendado en blogs de fuera de España. Yo no comulgo con el tipo de filosofía que transmite el reggaeton, por ejemplo, y es el tipo de cosas que prefiero saber cuando escucho una canción. Por otro lado, mi inglés no es tan bueno como para entender la letra de las canciones a la primera, así que muchas veces no tengo ni la más remota idea de lo que estoy escuchando.
Supongo que en un mundo ideal, la música se valoraría sólo por la melodía y las letras. Pero en la vida real, resulta difícil separarla de la experiencia vital de cada uno, ideas y creencias incluídas.
Que sepan que esta entrada tiene una segunda parte que ahora no puedo escribir, pero ya voy amenazando para el lunes o martes. Feliz fin de semana.
Pues que se murió El Fary, pobre, esta mañana. Jenaro me pidió que pusiera una entrada de pequeño homenaje, y aquí está. Lo del vídeo no es por mala leche, es que es uno de los sketches que más le he oído repetir de Faemino y Cansado (dos de sus ídolos).
Los adolescentes de hoy en día son unos privilegiados. Viven en un mundo de mierda, sí, pero tienen en sus manos una herramienta que ya hubiera querido yo cuando tenía su edad: Internet.
En la época (aquí llega la abuela batallitas) en que yo iba al instituto, no conocía a nadie en Las Palmas a quien le gustara la misma música que a mí. Bueno, no conocía a nadie de mi edad, claro, y eso tampoco quiere decir que no los hubiera, sino que yo no los conocía. Para mis compañeros lo más "alternativo" era Nirvana y Offspring, y más allá poca cosa había. Sí recuerdo a un par de personas a las que le gustaban los Smashing Pumpkins, pero poco más.
Quienes me ayudaron en mi empeño de buscar algo diferente fueron los dependientes de dos tiendas: la chica de Psico-Rock, que me dio un disco de Bad Religión cuando le pregunté por Offspring y me vendió mi primera RDL, en la que venía un disco recopilatorio que guardo con todo el cariño del mundo (lo mejor del 94); y Diego, el dueño de Canarias Rock, por donde pasaba casi todos los días al salir del instituto y donde más discos pude descubrir. Las dos tiendas cerraron muy pronto, igual que otra cuyo nombre no recuerdo (me quedaba más lejos de casa) y que se transformó en un Daily Price. Supongo que eso no debería extrañarme.
Esa fue mi primera mitad de los 90. Luego llegué a Madrid y las cosas cambiaron a una velocidad de vértigo.
Un quinceañero de hoy en día, sin embargo, sólo tiene que encender el ordenador y tiene a su disposición el conocimiento desinteresado de un montón de gente apasionada por la música. De cualquier tipo, da igual, los blogs musicales se multiplican, aunque desde luego unos sean mejores que otros. Hay blogs que reseñan o critican discos y uno puede leerlos para hacerse una opinión de lo que se va a encontrar, o para descubrir cosas que no sabía que existían. Hay blogs que ponen canciones para descargar y puedes escuchar un grupo por primera vez y decidir si sigues prestándole atención o no. Y hay blogs que ofrecen discos para que los escuches y puedas decidir si comprártelos o no. Es un privilegio absoluto.
Entre los blogs que hablan sobre discos, hay uno que está llevando a cabo un proyecto interesantísimo: El ruido de la calle y Los 90 en 200 discos (o casi) que hay que (re)descubrir. De los primeros tres discos que han salido, yo no había oído ninguno. Leí las críticas, me di una vuelta por Google y conseguí dos de ellos en un rato. Ahora ya he estado escuchando uno y lo haré pronto con el otro. Seguramente acabaré comprando muchos de los que salgan en la serie, porque eso tan raro de comprar discos es algo que sigo haciendo a menudo.
Había pensado mandar una lista yo también, pero luego me dio vergüenza y empecé con aquello de "no voy a tener ninguno interesante que comentar". Y, aunque incluso tengo la lista de los españoles, al final creo que no la mandaré, porque me parecen discos demasiado obvios. Y ahora miro atrás y creo que es increíble que unos discos a los que me costó tanto llegar y que sufrí tanto para conseguir ahora me parezcan obvios. Pero es así.
...y gracias a Jenny, que me mandó el enlace, me he reído un buen rato con un vídeo de la TV Canaria. Además de divertido, me parece que por fin han sido capaces de reírse de las cosas canarias, un poco al estilo del "Vaya semanita" de la ETB, pero sin llegar a esas cotas de genialidad, claro.
A ver si en las próximas semanas siguen siendo igual de graciosos, porque estas cosas es lo que tienen, que las ideas se acaban enseguida.
La foto la cogí prestada de uno de esos blogs de frivolidades que mi parte fetichista y criticona no se resiste a leer, y que en mi Bloglines se agrupan bajo el título de Chorradas: Manolo's shoe blog.
¿A alguien le sobraría un pasaje baratito a Buenos Aires para, digamos, octubre? Ah, qué envidia me dan los argentinos residentes en estos momentos.
Yo también vuelvo, por cierto, después de tantos días. Últimamente he estado sintiendo aquello que me dijo un antiguo compañero de trabajo una vez: el tiempo me atropella. Pero hoy he decidido correr yo más, y aquí estoy. La crónica pendiente, un par de fotos chorras que tengo por ahí, y mucho más, en breve.
Estamos de vuelta, aunque un poco destrozados. Lo peor es que no sentimos las piernas, pero por lo demás estamos bien. Vale, es broma.
Bueno, que escribo muy rápido porque queremos vender dos abonos de cuatro días del Festival de Benicassim. Los vendemos por 160€, así que si conocen a alguien que quiera ir al FIB y no tenga entradas todavía, avísennos.
Mañana más y mejor...
Actualización: En estos momentos momentosos, tenemos las entradas ya apalabradas, así que anulamos el anuncio por ahora. Mi crónica del PS, con un poco de suerte esta tarde.