Lo primero que llama la atención al empezar a leerlo es lo bien escrito que está el libro. Quizá eso debería ser la norma de las publicaciones en estos tiempos, pero como no lo es, da gusto cuando uno se encuentra con un libro que tiene un lenguaje tan rico y está escrito de forma tan impecable como éste. La novela cuenta una historia de argumento en apariencia sencillo que sirve para reflexionar sobre los mecanismos de represión durante los últimos años de la dictadura argentina y sobre la miseria moral de la época. Prefiero no contar más de la historia en sí para que la lectura no pierda interés.
El libro, fascinante y repugnante al mismo tiempo, es entretenido y ágil a pesar de que la historia está contada de forma minuciosa. Desde luego no es la gran novela del siglo, pero se deja leer bastante bien. La única pega que tengo que ponerle, y creo que corresponde al corrector del libro (si es que lo hubo), son dos "coje", con j, que aparecen en un párrafo de la segunda mitad. Poca queja para 200 páginas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario