31.10.06

una lectura recomendada

Raro es el día que no se encuentra alguna entrada interesante en La Petite Claudine. Pero el artículo que acabo de leer me parece casi imprescindible, así que lo recomiendo aquí por si alguien se lo ha saltado.

it's been a long time since I rock and rolled

¿Se acuerdan de cuando el rock'n'roll era rock'n'roll?


Pues yo, casi todos los días, lo echo de menos.

30.10.06

ni humo ni pelo

Tengo desde hace tiempo la firme convicción de que las mujeres podemos dividirnos básicamente en dos tipos: las que siempre llevan el pelo igual y las que no. Digo básicamente, aunque es una palabra que me da bastante repelús, porque existe el término medio, como en todo. Hay mujeres que llevan el pelo de una determinada manera durante años, hasta el aciago día en que, por un cambio de peluquería, un tinte caducado o un contratiempo tan importante como para necesitar soluciones drásticas, se ven de pronto transformadas y el cambio les gusta lo suficiente como para llevar ese nuevo peinado durante otro porrón de años.

Para los hombres es más sencillo. De pequeños, llevan el pelo como sus progenitores deciden que le queda bien al nene. Luego llega la adolescencia y con ella los experimentos con la gomina y el pelo largo, con mayor fortuna en unos casos que en otros. Depués de eso, la etapa adulta temprana, es decir, el primer trabajo, que obliga a un corte de pelo más serio. Algunos muchachos sufren la alopecia antes que otros y por eso no esperan hasta ese momento para cortarse el pelo. Otros no tienen el típico trabajo de chaqueta y corbata y pueden permitirse llevar el pelo al viento durante algo más de tiempo, pero tarde o temprano acaban por cortarlo. A continuación, llega la época de la caída del pelo, que algunos subsanan con rapados expeditivos y otros con experimentos capilares generalmente de poca fortuna (lo que se llama "efecto Anasagasti"). Después de la crisis de los 50, los hombres pueden dividirse entre calvos y canosos, aunque existen algunos elementos díscolos que prueban fortuna con el modelo mayor-pero-vital, que consiste en dejarse crecer unos mechones ralos y recogerlos con una coleta bajo la nuca. Por lo general, lo único que produce esta imagen es la sensación de estar mirando a alguien poco aficionado a la higiene personal, así que es de todo modo desaconsejable intentarlo. No, a Santiago Segura tampoco lo perdonamos.

Para las mujeres, sin embargo, suele ser más difícil escoger. La amplia gama de cosas que puede hacerse una en el pelo estos días (cortes, extensiones, permanentes, alisados, mechas, tintes, baños de color, trencitas, rapados, cardados, recogidos, moños, coletas) podría llevar a la esquizofrenia a la más pintada. Sin embargo, la mayoría de las mujeres se mueven entre varias opciones más o menos conservadoras. El resto, experimenta sin parar con distintos colores y formas. La mayoría de las veces se trata de chicas agraciadas a cuyas facciones les queda bien casi cualquier cosa que se hagan en el pelo.

Y luego están las locas peligrosas. Como yo. ¿Se acuerdan de cuando parecía un Beatle? Bueno, pues ahora he pasado a ser un simpático animalito de los dibujos animados:

Eso sí: yo tengo el cascarón rojo. Toma ya.

PD. Las opiniones se dividen, en mi primer día de oficina con nuevo look, entre los que opinan que parezco más joven y los que dicen que el pelo corto me hace la cara más "redondita", a lo que suelo responder mentalmente con un *&%*#Ç%&·(/&$?#. Le dije a la peluquera que por la mitad del cuello, porque una, a su edad, ya se va conociendo el percal. Si le llego a decir "justo por debajo de la barbilla", como hacía antes, me deja sin pelo. Cuando tenga fotos las subiré para que puedan comprobarlo.

26.10.06

sonrisas matutinas

¿Quieren empezar el día con una sonrisa? Vean este vídeo.

Más información, en Escolar.

25.10.06

viva la frivolidad

Les prometo que yo no iba a hablar de esto. En realidad, quería marcarme una entrada de los más sesuda sobre novedades discográficas, pero es que las chicas de Go Fug Yourself me lo han vuelto a poner taaaan fácil.

Bastante hilarante fue ver a la Pe convertida en protagonista de una entrada en el blog de las chicas (por cierto, justo después de leer esta entrada de Cristina), pero el enlace de esta tarde es ya lo más de lo más. Ágatha lo ha vuelto a conseguir. Y esta vez con compañía.

No se lo pierdan.

19.10.06

rebumbio (II)

Como bien dice Cristina en su blog, hoy es el día mundial contra el cáncer de mama. Supongo que todos conocemos a alguien más o menos cercano que haya tenido que luchar contra esta enfermedad. Sabía que era el tipo de cáncer más común entre las mujeres occidentales, pero hoy leí en la página web de la AECC dedicada a esta enfermedad que se detectan 16.000 casos nuevos en España cada año. Así que, como voy a estar todo el día metida en la oficina y no tengo lacito rosa, por lo menos lo pongo aquí en el blog.

Vamos a cosas más alegres.

Me acaba de llegar un boletín de Gran Canaria Espacio Digital en el que ya anuncian en todo su esplendor el 12º Canarias Mediafest, que empieza el 31 de octubre. Desgraciadamente, mi horario laboral me impide inscribirme en uno de los programas más interesantes del festival: el simposio "La razón caprichosa en el siglo XXI", así como en los distintos talleres (también con muy buena pinta). Me conformaré con ir a ver las exposiciones y a alguna que otra de las proyecciones, sobre todo ésta: Recopilación audiovisual Zen TV, con los mejores vídeos editados por la discográfica Ninja Tune. Enseguida he recordado lo bien que lo pasé el año pasado con la sesión de vídeos del Resfest 2005, que este año parece que no viene a Las Palmas. El anuncio del festival se puede ver aquí y el programa para descargar está aquí.

Otra cosa. Resulta que llevamos varias semanas viendo palomas de tinta y papel pegadas en las paredes y el mobiliario urbano de toda la ciudad. Al principio pensábamos que podía ser una forma de denuncia contra la proliferación indiscriminada de palomas por nuestras calles, con la consiguiente suciedad que conllevan, por no hablar de que la mitad están enfermas. De este tema puedo hablar durante horas con la misma cara que tenía Jack Nicholson en El resplandor, y eso que de los dos sin duda es Jenaro quien más se parece a él, pero cuando se toca el tema de las palomas sufro una transformación digna de ver. Pero el objetivo de contar lo de las palomas aquí no era tener una excusa para lanzar mi odio hacia ellas a los cuatro vientos, sino explicar que ya sé de dónde salen.

Se trata de una acción colectiva que han llevado a cabo gente de Mascero y de Sugardrops, uno de los fanzines que de vez en cuando cogemos de alguna tienda. Me hizo gracia ver en fotos todas las palomas que estos días veía en las paredes, y por eso lo pongo aquí. La galería completa está en este enlace.

Otra revistilla que siempre cogemos, esta vez del Rooming, es la Agenda Bohemia, que este mes ha pasado a llamarse sólo La Bohemia. Es como una guía del ocio para Las Palmas, pero que está muy bien, no como otra que estuvo circulando hace unos años y que era mucho más incompleta (no sé si ésta sigue existiendo, es posible que sí, pero después de un par de números desilusionadores, no la volví a comprar).

Seguimos con esta galería de monstruos de ganchillo en Flickr que encontré hace un ratito gracias a El emperador de los helados. Serán monstruos, pero a mí mucho miedo no me dan. Más bien todo lo contrario, unas ganas de reír que pa' qué. Con la falta que hace eso. El de la foto, en concreto, es un zombie, pero a mí me recuerda muchísimo a otra cosa. De todas formas, creo que los que más me gustan son los vampiros.

Para terminar, hoy estuve viendo una página que me hizo mucha gracia. La encontré gracias a A desgana, se llama Kawaii Not y es un "comic sobre cosas monas que se vuelven malas". Estuve viendo todas las tiras y reí un buen rato, además de aprender una palabra nueva (fart) para enriquecer mi vocabulario en inglés, que nunca viene mal. Aquí pongo un par de iconitos para que vean el estilo de los dibujos, pero les aconsejo que les echen un vistazo, porque son muy sencillitos y muy graciosos.


También iba a contarles sobre los últimos discos que he escuchado, pero esta entrada está tomando unas proporciones considerables y creo que lo mejor va a ser dejarlo para mañana, que así tengo excusa para volver a escribir.


18.10.06

sorpresas te da la vida

Esta mañana decidí poner la BBC 6, después de varios meses sin escucharla. Abrí la página web y lancé el reproductor, y después estuve curioseando un poco, sobre todo para saber si conozco los grupos que forman el playlist actual o estoy completamente fuera de onda, y cual no sería mi sorpresa al ver que el programa de mi presentadora favorita después de Steve Lamacq no estaba por ningún sitio. La presentadora se llama Vic McGlynn y tenía el programa del mediodía, que yo siempre escuchaba en Madrid. Ahora está Nemone, que era su sustituta de las vacaciones y que a mí no me terminaba de convencer, pero en el fondo supongo que da un poco igual porque ahora ya no puedo escuchar el programa por la hora.

El caso es que me puse a buscar en Google para ver qué había sido de Vic, y cuál no sería mi sorpresa cuando, gracias a la Wikipedia, me enteré de que en agosto decidió dejar el programa porque se va a recorrer Australia en un tándem, con su marido. Impresionante. La verdad es que me da una envidia enorme.

Tienen un diario de viaje aquí, aunque hasta noviembre no salen.

Y yo, mientras, anoche soñé que iba a Noruega, pero no un ratito, sino toda la noche soñando con Noruega, imaginándome paisajes que no he visto nunca y que, además, no tienen nada que ver con lo que es el país de verdad, al menos no con el que vimos hace una semana en Planeta Finito, el programa de viajes de La Sexta, que nos tiene enganchados. No sé si necesito unas vacaciones o alguna excusa creativa para liberar mi imaginación.

16.10.06

Summer Electro Mix

Ya sé que hoy es 16 de octubre. Pero en la entrada anterior amenacé con escribir más sin preocuparme de sobre qué lo hago más de la cuenta (es decir, tanto como lo hacía hasta ahora). Así que aquí está, por fin y sin ningún pudor otoñal, ni por la tardanza ni por el contenido, este esplendoroso Summer Electro Mix de Los Latidos al que tantas vueltas le he dado hasta darlo por terminado.

Para que no se quejen, viene en dos versiones. La completa, con todas las canciones por separado, y la compacta, en un sólo .mp3, gracias al Audacity y con las transiciones entre canción y canción suavizadas, los volúmenes parejos y todas esas monadas con las que una se entretiene.

Las canciones:

01. Van She - Kelly
02. Death by Dolph Multi - Dancenight fist
03. MSTRKRFT - Easy love
04. Scissors for Lefty - Ghetto ways
05. Justin Timberlake - Sexy back
06. Buck 65 - Kennedy killed the hat (MSTRKRFT rock remix)
07. Klaxons - Gravity's rainbow
08. Hot One - Do the coup d'état
09. Emm Gryner - Dearg doom
10. My Robot Friend - One more try (Feat. Antony)

A mí me gustan todas, por no contarles lo enganchada que he estado a la primera, Kelly, y su sonido ochentero total durante estos últimos meses. Y además, es cortito.

Summer Electro Mix versión completa.
Summer Electro Mix versión compacta (un mp3).

seguimos siendo frikis

Una sabe y tiene asumido desde hace tiempo que la música no va a salvarnos de nada. Tampoco a hacernos libres. Pienso, incluso, que hoy en día la música corre peligro de convertirse en un producto más de consumo rápido, como esos tonos de móvil que tanta gente cambia cada dos semanas. Y creo que no soy la única que lo piensa.

Sin embargo, hubo un tiempo en el que para mí la música "popular" fue una especie de revelación. Era algo importante, aún siendo únicamente espectadora, porque mis aptitudes para la producción musical son nulas. Importante pero subjetivo, claro. En el fondo la música, igual que todas las demás manifestaciones artísticas, siguen formando parte de la intimidad de las personas. No sólo de quien las ejecuta, sino también de quien las recibe. Uno puede compartirla, como ese momento de subidón cuando ponen una canción que te gusta mucho en un bar y cantas con tus amigos o ante la incomprensión de tus amigos, pero las sensaciones y los sentimientos que una canción provoca en uno son siempre subjetivos y personales. Y además, muchas veces, están supeditados a la trayectoria personal o a las experiencias previas. Por eso es tan difícil explicar con exactitud lo que se siente al escuchar una canción.

Hoy es más fácil que nunca acceder a cualquier disco o canción. Creo que gracias a internet puedo llegar a escuchar, aunque sea una vez, miles y miles de canciones que aquí no llegan de ninguna otra manera. Simplemente el hecho de haber pasado un año escuchando sólo la BBC 6 sirvió para que me diera cuenta del inmenso mundo que hay ahí fuera. Es parecido a cuando descubrí Radio 3 con 15 años, pero esta vez la radio viene acompañada de miles de emisoras más y de páginas que te ofrecen canciones que puedes descargar y escuchar hasta el infinito si quieres. Gracias a eso uno puede seguir viviendo en cualquier ciudad española y no volver a enterarse nunca de quién es el número 1 de los 40 Principales o la Cadena 100. Uno puede incluso vivir sin escuchar jamás ese volumen ingente de canciones que las radiofórmulas emiten machaconamente una y otra vez por la presión del mercado. Y sin parar de escuchar música. Pero hay que querer hacerlo, claro.

El problema es que llega un momento en el que la música te satura. Y yo lo viví hace unas semanas. Me cansé. Sobre todo porque al final siempre leo las mismas páginas que siempre ponen canciones similares y eso impide que haya sorpresas. Por eso me di cuenta de que había llegado el momento de renovarse. Renovarse o morir, qué gran verdad.

Hice un pequeño balance de mis feeds de Bloglines y me di cuenta de que la mayoría de los que hablan de canciones eran estadounidenses o canadienses. Y no es que de esos países no salgan cosas interesantes, salen a puñados. El problema es que hay una cierta corriente alternativa en Norteamérica que está impulsando a un montón de artistas que a mí me aburren soberanamente. A todos los promocionan como una gran revelación. Yo escucho las canciones y me quedo igual. En un principio puedo pensar que es culpa mía, que no tengo sensibilidad. Pero luego me acuerdo de que los gustos musicales son privados y subjetivos y no siento remordimientos al darle al stop o al mandar los archivos a la papelera. Ahora podría decir que además siempre me gustaron más los grupos ingleses, pero en el Reino Unido tampoco es que hayan descubierto últimamente la panacea, así que no se trata sólo de eso.

Entonces es cuando voy cambiando de estilo durante un tiempo y luego vuelvo. ¿Que salen los discos de Eagles of Death Metal y Wolfmother y me encantan? Pues nada, a escuchar rock. ¿Que ahora sólo veo ñoño-pop por todos lados y me aburro? Pues me paso a la música electrónica y disfruto hasta con el disco de Justin Timberlake. Y tan feliz.

Pero claro, hay cosas en las que no es tan fácil elegir. Como los conciertos, por ejemplo. Porque sí, mucha tienda virtual y mucha canción que puedes descargar, pero al final una sigue viviendo en Las Palmas y aquí los conciertos de un año que me puedan interesar se cuentan con los dedos de las manos. Y si de repente te enteras de que vienen Fangoria y Chicks on Speed saltas de alegría y te plantas enseguida en el concierto, a pesar de que Jenaro seguía malo del pie y el pobre hizo un esfuerzo enorme por estar allí.

Ahora es cuando empieza la crónica de verdad. La cámara de fotos se me olvidó y no encuentro ninguna foto en internet (¿qué pasa con los periódicos locales?), a pesar de que el concierto se celebró por la inauguración de una exposición en uno de los museos de la ciudad. Nosotros llegamos pronto, lo que es normal teniendo en cuenta que vivimos al lado, y nos fuimos al Rooming porque el concierto no había empezado. Por cierto, que llevo retraso en esta entrada y por eso ya ha pasado lo del cartel: el sábado se inauguró una nueva exposición en el Rooming, esta vez de fotografía, y pongo aquí el cartel porque, ya que no tengo fotos del concierto, por lo menos vamos a adornar esta entrada con algo.

El escenario era inmenso, no tanto por sus dimensiones reales como por la comparación con la plaza en la que lo habían montado. En pleno corazón del barrio antiguo de las Palmas, un escenario ultramoderno con su pantalla para proyección de vídeos incluida. Hasta ponía la piel de gallina ver aquel contraste entre la parte trasera de la Catedral, la Casa de Colón (la primera foto de este enlace es la propia plaza) y los focos de colores.

La primera actuación fue de Pam Hogg. Yo no había oído hablar nunca de ella, pero hoy estuve cotilleando en Google y resulta que aparecía en un pequeño documental de promoción que hizo Pulp para una de (sus) mis canciones preferidas, Do you remember the first time?, del His'n'hers. Y también resulta que Bobby Gillespie, el cantante de Primal Scream, habla de ella en una entrevista del año 2000 porque fue a verla pinchar en un garito de Nueva York. Casi como la cuadratura del círculo. Bueno, que me lío otra vez. Pam subió al escenario vestida de heroína de cómic, de minifalda y mangas brillantes y con un rayo azul en la espalda. Cantó tres canciones, igual que harían los que venían después. La música era divertida y verla bailar, también.

Después llegó el turno de Anat Ben-David, una de las integrantes de Chicks on Speed (la última en incorporarse). Subió al escenario con un sujetador hecho de cinta adhesiva fluorescente rosa, que se empezó a despegar con la segunda canción y creo que la mitad del público se pasó el rato pendiente de si terminaba por rompérsele o no. Para mí fue la actuación más floja de la noche.

A continuación, Chicks on Speed. Imagínense a cuatro chaladas vestidas con ropa chillona multicolor hecha por ellas mismas sin parar de dar saltos por el escenario, sacando objetos gigantes de gomaespuma como guitarras o paletas de pintor. Y claro, una entiende que normal, normal, pues no es. La gente que no las conocía de nada flipaba. Me imagino que sus pensamientos irían entre "¿qué coño es esto?" y "¿quién me habrá mandado venir aquí?". No tocaron ninguna canción conocida, por supuesto no tocaron Glamour girl, pero aún así fue divertido. En un sentido extraño de la palabra, fue divertido.

Entre actuación y actuación ponía música Roberta Marrero. La selección estuvo bien, bastante animada, y menos mal, porque algunas actuaciones tardaron un rato en empezar.

La última actuación fue la de Fangoria. Jenaro y yo habíamos pasado un previo concierto poniendo en casa a todo volumen nuestros discos de Fangoria y cantando a pleno pulmón. Después de eso, tres canciones saben a poquísimo, por no decir a nada. Y eso que yo siempre me emociono cuando veo a Alaska en el escenario, y de verdad que soy fácil de contentar. Pero... Se oyeron muchas voces comentando que se estaban calcando un playback descarado. En teoría, y según dijeron ellos, era la primera vez que cantaban en público Criticar por criticar, el primer single del disco nuevo (El extraño viaje). La canción no está mal, y las otras dos, del Arquitectura efímera, las canté a pleno pulmón, pero se acabaron en seguida y con el remix de Criticar por criticar que han hecho las Chicks on Speed, también el concierto y la fiesta. Luego nos dijeron que tenían permiso sólo hasta las 12 de la noche y por eso no pudieron cantar más. En fin.

El caso es que después del concierto me pasé un par de días pensando en lo rara que puede parecerle a cualquiera la música que escucho. O que no escucho, porque en realidad de las Chicks on Speed no tengo ningún disco, pero luego voy a un concierto y me lo paso de maravilla viendo como hacen el cabra las cuatro en el escenario, que tiene tela, pero bueno. La gente que iba con nosotros no se podía creer lo que estaba viendo, y por ende, me miraban como si estuviera loca. Y a veces pienso que un poco sí lo estoy. Pero si hasta yo, que busco y busco música nueva para escuchar, a veces me hastío de la música que se hace hoy en día, ¿no lo pasará lo mismo a la gente que se limita a escuchar lo que les ofrecen una o dos emisoras de radio? ¿O es que en realidad no es tan importante y sólo sirve como ruido de fondo?

Obviamente, no tengo respuesta para ninguna de todas estas preguntas. Pero sí tengo intención de escribir más en el blog y preocuparme un poco menos de sobre qué escribo. Últimamente escribo poco aquí, aunque vuelvo a escribir en casa, en parte gracias a Jenaro, que me anima. Ahora quiero intentar escribir allí, aquí y en todas partes, a ver si voy cogiendo el ritmo. A veces la música sólo es una excusa para escribir, y otras veces voy a escribir sobre música y me reprimo porque pienso que soy una pesada. Luego pienso que yo leo muchos blogs y cuando una entrada no me interesa simplemente la paso por alto, pero entonces vuelvo a pensar que si sólo escribo cosas que no le interesan a nadie todo el rato, pues menuda gracia. Y así. Divertido, ¿no?.

Al final he decidido escribir más, sin tener en cuenta sobre qué. Ya veremos en qué queda la cosa, porque soy muy capaz de volver a cambiar de opinión mañana.

sin palabras

Tengo el disco nuevo de Jarvis Cocker.
Tengo el disco nuevo de Jarvis Cocker.
Tengo el disco nuevo de Jarvis Cocker.
Tengo el disco nuevo de Jarvis Cocker.
Tengo el disco nuevo de Jarvis Cocker.

También tengo una entrada larguísima a medio, pero lo único importante hoy es que...

tengo el disco nuevo de Jarvis Cocker.
Tengo el disco nuevo de Jarvis Cocker.
Tengo el disco nuevo de Jarvis Cocker.
Tengo el disco nuevo de Jarvis Cocker.
Tengo el disco nuevo de Jarvis Cocker.

6.10.06

sonrisas y lágrimas

Dos noticias rápidas:

Me acabo de enterar, por medio de Infraser, de que se murió Beni hace unos días. Beni era el camarero y dueño del mítico bar de Beni, en la trasera de Gran Vía, donde pasamos muchos buenos ratos en Madrid. Ya no vamos a volver a pasar el rato buscando a Guilli entre las fotos de la pared ni riéndonos del póster de Leonardo Dantés. Es una pena.

Para no quedarnos con el mal sabor de boca, hagan caso a lo que ha dicho el Sr. DamagedGoods en los comentarios: "Busca la crítica del de Jet en el Pitchfork, Ana :-) ". Como soy así de maja, les pongo el enlace para que no tengan que buscar mucho.

Si se quieren echar unas risas, pinchen aquí.

5.10.06

agenda

Cuando algo interesante pasa por Las Palmas no me resisto a contarlo aquí. Esta vez se trata de una exposición que empieza mañana en el CAAM, el Centro Atlántico de Arte Moderno. Es decir, el museo de arte contemporáneo de la ciudad.

La exposición se llama Switch on the power! Ruido y políticas musicales y tiene este cartel tan sugerente:

En la página web hay bastante información y no los voy a volver locos contándoles de qué va la exposición antes de verla, pero ya les adelanto que mañana vamos a la inauguración y la semana que viene intentaré poner la crítica.

En realidad, mañana el horario lo tenemos más bien ajustadito. Primero tenemos una visita cultural como las del cole, pero con mis compañeros de trabajo, a la cueva pintada de Gáldar, que se acaba de abrir al público después de varios años cerrada. Después, nos vamos a comer una paellita a Agaete. Cuando lleguemos a casa intentaremos descansar un poco para poner rumbo a la exposición en condiciones. Y, después de verla, nos vamos a la Plaza del Pilar Nuevo, en Vegueta, nuestro barrio, donde en teoría hay un concierto que acompaña a la exposición. Entre otros, vienen Alaska y Nacho Canut (que están a puntito de sacar nuevo disco) y Chicks on Speed. Cuando lo leí en la invitación no me lo podía creer y todavía no las tengo todas conmigo, pero como de verdad aparezcan las Chicks on Speed en medio de Vegueta lo voy a flipar mucho. Pero mucho.

Siguiendo con los eventos festivos, el sábado tenemos una boda familiar, que me apetece un montón, sobre todo desde que ayer por fin conseguí comprar un regalo y dejé de sentir una presión de tres o cuatro toneladas sobre mis hombros.

Y, siguiendo con los eventos lúdico-culturales, me acabo de enterar de que el día 12, o sea, jueves de puente, hay un concierto de Muchachito Bombo Infierno en Las Palmas, en el parque Santa Catalina. Así que estoy que no quepo en mí de gozo con tanta buena nueva.

En resumen, que vivan los fines de semana y los puentes y que habrá crónicas de todo, todito, todo en unos días.